El Eliseo ha aceptado la dimisión del ministro francés de Presupuesto y finanzas, Jérôme Cahuzac. Esta dimisión se produce solo unas horas más tarde de que la Fiscalía de París anunciara la apertura de una investigación preliminar por blanqueo y fraude fiscal contra el ministro de Presupuesto en el caso de una cuenta bancaria no declarada en Suiza. Según esas investigaciones la cuenta le servía para no declarar parte de sus ingresos al fisco francés. En efecto, un tribunal ha declarado hoy que era muy probable que sea la voz de Jerôme Cahuzac la que se oye en la grabación revelada hace unos meses por el medio web «Mediapart» y donde reconoce ser el propietario de esa cuenta.
Le reemplaza el actual ministro de Asuntos Europeos, Bernard Cazeneuve, y a Cazeneuve le sustituye en los asuntos europeos Thierry Repentin. La polémica empezaba a ser insoportable para el gobierno francés y para el propio Cahuzac. El ministro ha dicho que presentaba su dimisión para dedicarse a su propia defensa y que su decisión es fruto del «respeto al buen funcionamiento del gobierno y a la justicia».
Se trata de un duro golpe para un gobierno cada vez más impopular y que se manifiesta con la desconfianza de parte de los ciudadanos hacia todos los partidos políticos actuales, tanto de izquierda como de derecha. Sin embargo, los políticos franceses destacan la rápida decisión del presidente, François Hollande, de acabar con esta situación muy a menudo calificada de «conflicto de intereses». Jérôme Cahuzac por su parte, no deja de proclamar su inocencia y califica de calumnias la acusación de haber tenido una cuenta en el banco suizo UBS en el año 2000.
Esta crisis gubernamental se produce en un momento en que el responsable de las finanzas trabajaba en determinar las medidas de ahorro con el fin de reducir el déficit francés.
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