Después de la crisis nuestra forma de vida habrá cambiado

Quizá después de esta crisis las cosas no vuelvan a ser como eran y debamos acostumbrarnos a vivir de una manera diferente, lo dice Juan Ramallo Massanet, observador privilegiado de la situación económica, es el miembro español del Tribunal de Cuentas de la Unión Europea.

Uno de los encargados de fiscalizar cada año las finanzas comunitarias. Un presupuesto de 110 mil millones de euros que gasta la Comisión Europea sola o en cooperación con los Estados miembros.

España, que es todavía beneficiario neto, recibió el pasado año 11.874 millones de euros y contribuyó con 11.169 millones de euros que el Tribunal de Cuentas ha examinado cuidadosamente.

Juan Ramallo ante un micrófono, detrás un cartel del Tribunal de Cuentas Europeo
Juan Ramallo/Foto:CE

Juan Ramallo Massanet es miembro del Tribunal de Cuentas Europeo, la entidad que se encarga de auditar las cuentas de la UE. En su opinión debemos prepararnos para vivir de una forma diferente tras esta crisis. Cuando se supere, las cosas no volverán a ser como eran.

Vivir una crisis como ésta no es bueno, pero vivirla desde un lugar de privilegio como el Tribunal de Cuentas Europeo ¿es apasionante en cierto modo?

Vivir una crisis no lo encuentro apasionante en ningún caso, pero si estás en un sitio en el que la ves en muchas facetas que a veces no son fáciles de descubrir puede ser interesante. En cualquier caso, esta crisis con su origen tortuoso y sus repercusiones ramificadas, pienso que es muy difícil de analizar y sobre todo de solucionar. Creo que tenemos no ya crisis para rato, sino que tendremos que acostumbrarnos a vivir en otro contexto distinto. Diferente del que hemos vivido hasta hace cinco años. Esto de seguir creciendo infinitamente, infinitamente... creo que es difícil.

¿Y no querer ver eso de qué depende?

Los mercados son implacables, tanto da el de verduras que el de capitales. Hay oferta y demanda y favorecer la demanda es favorecer la oferta. Los mercados han tenido mucha importancia y ahora que en la zona euro no hay monedas se centran en la deuda. Así que se trata de ¿qué dinero me da usted por la deuda que le compro? Creo que va a pasar un tiempo hasta que esto se estabilice. Cuando decimos que Alemania vuelve a crecer al 3% parece que estamos diciendo ya volvemos a los tiempos felices... yo tengo mis dudas de que eso suceda.

¿Cree que los tiempos felices probablemente ya no volverán?

Quizá tengamos que intentar que sean felices de otra manera. Creo que será difícil que volvamos a aquella situación que tuvimos.

Se acaban las ayudas para España. En el próximo presupuesto la única que las podrá recibir es Extremadura. ¿Estamos en condiciones de prescindir de ellas?

Todo es relativo en este mundo y en la UE mucho más. Este año tenemos un saldo positivo con una ayuda de 600 millones. Eso se irá cerrando porque ahora hay que repartir. Todos los países del Este están ahí, están bastante peor que nosotros y no sé si han llegado a tiempo de recibir lo que nosotros hemos recibido durante 25 años. Pero que España tiene que dejar de ser perceptor neto eso parece inevitable y desde la lógica de la Unión Europea, justo.

¿Cree que somos conscientes los españoles de que hemos recibido toda esa ayuda?

En la península es donde más carteles se ven de obra cofinanciada. En España y Portugal está todo bien señalizado, en otros países, no tanto. Creo que si se hace reflexionar a la gente lo reconoce pero de entrada no está muy presente. Y han sido aportaciones fundamentales. Aunque nos hemos puesto en una situación que nos ha llevado, a pesar de los pesares, a la burbuja inmobiliaria y cuando ha explotado ha arrastrado todo lo que ha arrastrado. Eso no ha sido culpa de la Unión, que bien que protestó de cómo se estaba destruyendo la costa y no se le hizo mucho caso. Creo que deberíamos de tener más fe en la Unión Europea.

¿Cree que habrá presupuesto para 2011?

Cuando se creó el Servicio Exterior hubo un presupuesto rectificativo del de 2010, con lo que en el supuesto de que se tuviera que prorrogar sería el rectificado el que se mantendría.

¿Ha influido mucho la crisis en las ayudas europeas?

La crisis ha influido, por supuesto, desde un punto de vista. Teniendo en cuenta que los proyectos son cofinanciados, es decir, que se supone que los Estados miembros han de poner una parte y la Comisión Europea otra, en distintos porcentajes según sea el ámbito, es lógico que las restricciones presupuestarias en los países lleve a que tengan menos dinero disponible y que, por lo tanto, pidan menos ayudas.

El Tribunal de Cuentas Europeo audita todas las cuentas ¿qué hacen cuando se detecta algún fallo?

Hay tres posibilidades: una, que esté todo bien; dos, que haya algún error; tres, que haya un error con fraude. En el segundo caso, que es el más frecuente, lo normal es que haya una mala interpretación de las normas pero sin intención de obtener dinero de la Unión Europea de mala manera. Puede ser porque se aplique mal un reglamento o porque se pida el dinero para un gasto que no esté contemplado pero sin intencionalidad. Se estudia y se impone una sanción. En el tercer caso, que no es muy frecuente, si vemos que se ha hecho trampa o que se han falsificado documentos, lo tenemos que pasar a la OLAF, la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude.

También auditan las ayudas al desarrollo. Debe de ser muy complicado

Todo es auditable. Yo estoy ahora encargado de la ayuda externa, hasta ahora lo era de recursos... Vamos a los países de África o de Centroamérica o del Pacífico a hacer auditorías. En 2007 hubo unas inundaciones en Uganda. Ahora hemos ido a ver cómo los fondos que la UE envió han reparado todo eso y a ver si los centros de salud que fueron arrasados, los colegios, las carreteras... están otra vez en condiciones. Yo personalmente he ido y los he visto y como vas con los proyectos en la mano dices, aquí tiene que haber 25 ventanas y las cuentas. En las carreteras se mide la profundidad del asfalto, si tenía que tener tales calidades... ése es el funcionamiento del Tribunal y también para la ayuda externa.