GINEBRA, (IPS) - Los países del Norte industrializado han lanzado una campaña sin precedentes para impedir que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) asesore en materia económica a las naciones más pobres del mundo. Ese órgano intergubernamental se prepara para su próxima reunión ministerial en Doha, del 21 al 26 de este mes.
Según funcionarios del Sur, las naciones del Norte industrializado creen que los consejos de la agencia en materia de finanzas, ambiente, seguridad alimentaria, derechos de propiedad intelectual y desarrollo contradicen su agenda liberal y de mercado.
«Los países industrializados no quieren que la Unctad se meta en temas de finanzas, pues consideran que esa es un área que solo pueden manejar el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial», opina el embajador de Lesotho en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), Anthony Mothae Maruping. También es presidente del comité negociador de la Unctad a cargo de redactar el texto final de la próxima reunión ministerial.
Maruping dice que trabaja para construir un puente entre el Norte, liderado por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, y el Sur, representado por el Grupo de los 77 (G-77, que reúne a 132 países) más China. El borrador del texto del mandato de la agencia para los próximos cuatro años destaca su asesoramiento en investigación y políticas referidas a temas como la actual recesión económica, los desajustes en los tipos de cambio y la volatilidad de los mercados de las materias primas.
La Unctad también se atribuye competencia en asuntos como el trato especial y diferenciado para los países del Sur, la cooperación regional financiera y monetaria, y la necesidad de reformar la arquitectura financiera y económica internacional.
En su informe para la reunión de Doha, el secretario general de la agencia, Supachai Panitchpakdi, llama a un cambio de paradigma hacia un crecimiento orientado a un desarrollo sostenible que logre una transformación social inclusiva en los países menos adelantados (PMA).
Señala que «La combinación de austeridad macroeconómica, rápida liberalización, privatización y desregulación no solo no ha logrado producir una revolución de la oferta sino que, por el contrario, ha hecho retroceder económicamente» a África. «El crecimiento de la productividad se ha estancado en la mayoría de los sectores, y la economía informal ha crecido rápidamente desde el comienzo de la crisis de deuda internacional a comienzos de los años 80», indica Panitchpakdi en el informe.
Mantiene además que ha llegado el momento de superar la globalización orientada por las finanzas, que se ha caracterizado por un patrón dominante de las relaciones económicas internacionales basado en aplicar la misma agenda a todos los países. Alerta de que esto ha tenido un impacto destructivo en todas las naciones, particularmente en las menos avanzadas.
Réplicas del terremoto económico global de 2008 continúan registrándose en todo el mundo, particularmente en países como Alemania, España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Grecia y Portugal. No obstante, los países industrializados, liderados por la UE y Estados Unidos, siguen presionando para que se impulsen sus políticas fracasadas, dicen los analistas.
En este contexto, la reunión de la Unctad en Doha reviste considerable importancia. «Llega en un momento en que la gobernanza económica (mundial) está siendo cuestionada, y crecen los temores sobre la salud de la agenda multilateral», dice el jefe de la Unidad de UNCTAD sobre Cooperación Económica e Integración entre Países en Desarrollo, Richard Kozul-Wright. Refiriéndose al polémico esfuerzo de negociación plurilateral entre países industrializados por un acuerdo de libre comercio sobre servicios en el marco de la Ronda de Doha de la OMC.
Un acuerdo plurilateral permitiría a cada Estado miembro aceptar voluntariamente nuevas reglas. En contraste, un acuerdo multilateral exige que todos los miembros estén de acuerdo. «La estancada Ronda de Doha, el lento ritmo de las discusiones sobre el cambio climático y el fracaso de la comunidad internacional para prevenir las recurrentes crisis alimentarias hay que añadirlas a las preocupaciones sobre el multilateralismo», dice Kozul-Wright.
La Unctad fue el primer organismo multilateral, desde su creación en 1964, que señaló los peligros de una insostenible burbuja inmobiliaria, así como de la deuda pública y privada de los países industrializados. Su informe de 1997 alertó sobre los riesgos de una globalización conducida por las finanzas. La agencia de la ONU también se opuso a las demandas hechas a los países del Sur, durante las negociaciones de Doha, para que redujeran a casi cero sus aranceles a los bienes industriales.
El embajador de Tanzania en la ONU y en la OMC, Matern Yakobo Christian Lumbanga dice que el trabajo de la Unctad en todas las áreas es meritorio y añade que «La asistencia de la Unctad en diferentes áreas políticas es vital para los PMA (países menos adelantados). Nos ha asesorado correctamente para que no dependamos de una o dos áreas de exportación o de las materias primas».
El embajador subraya que los PMA de África se han dado cuenta de los beneficios que para ellos representa la diversificación de las exportaciones gracias a esa agencia de la ONU.
La próxima reunión de la Unctad va a analizar las preocupaciones específicas de los PMA