Desde el gobierno se insiste en que la negativa de Obama a venir a Madrid no es un desplante a Zapatero ni a España, que convocaba la cumbre EEUU-UE, en mayo en Madrid, como presidencia de turno de la Unión.
De hecho, Zapatero viaja este miércoles a Washington para asistir como invitado especial al Desayuno Nacional de Oración, con el presidente de Estados Unidos y un selecto grupo de participantes.
El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha asegurado que «tanto la presidencia española como el presidente permanente, Herman Van Rompuy y todas las instituciones europeas vamos a seguir trabajando con la Administración americana para fortalecer las relaciones transatlánticas, que siguen constituyendo unos objetivos prioritarios de la presidencia española».
Por eso, ahora se busca otra fecha más apropiada y que convenga a las dos partes. Podría ser en noviembre, con motivo de la cumbre de la OTAN en Lisboa, aunque la reunión con la UE se celebraría en Bruselas. España no ocupará para entonces la presidencia de la UE. También es posible que durante 2010 Obama realizara una gira europea, que incluiría Madrid.
El Secretario de Estado adjunto para Europa, Phillip Gordon, ha afirmado que EEUU «se mantiene profundamente comprometido con la Unión Europea y está muy interesado en expandir su relación con la Unión Europea tras la aprobación del Tratado de Lisboa».
Todos parecen entender que Estados Unidos vive un complicado momento político y económico que justifica la dedicación de Obama a la política nacional y su negativa a viajar a Europa. Pero hay matices. El portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, ha dicho que Estados Unidos debe ser consciente de que la UE es una actor político de primera magnitud además de una potencia económica mundial, «por eso deseamos que el encuentro entre la administración norteamericana y la UE se produzca en un momento u otro».
El presidente del PP, Mariano Rajoy, repite que la Cumbre con EEUU era uno de los objetivos de la presidencia y espera que mañana Zapatero arregle el asunto en su visita a Washington. El portavoz de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, viene a decir que la ausencia de Obama en Madrid es la confirmación de que para Estados Unidos, los 27 juegan un papel de segunda en la escena internacional y pide un reparto más equilibrado de los afectos europeos. euroXpress