En el encuentro cordial y amistoso del sábado en Paris los temas fueron el crecimiento y las políticas de empleo para los jóvenes. Ambos gobernantes convinieron en que su principal objetivo es buscar recursos para combatir el paro y que este tema figure como prioritario en el programa de la UE.
Renzi, declaró que piensa buscar recursos limitando el pacto de estabilidad interno que «no permite a los ayuntamientos que están en una buena situación financiera hacer inversiones, y esto lleva a una pérdida importante de oportunidades de crecimiento en Italia».
Añadió que estas medidas tan drásticas son necesarias porque su país tiene «una mala situación en cuanto al desempleo juvenil y habrá que hacer reformas que lleven a resultados significativos».
Por su parte, Hollande, afirmó que tanto Monti como Letta le habían acompañado en su idea de que Europa debía ir por el camino del crecimiento. «Ahora Matteo llega en un momento muy importante para Europa, en el que Francia e Italia tienen la necesidad de hacer que se escuche su voz» y ha añadido que «ambos, tenemos la misma voluntad de ir hacia delante, en un momento en el que las instituciones europeas van a renovarse, y se va a definir la orientación para los próximos cinco años«.
En Berlín, el jefe del gobierno italiano habló de su programa de reformas, que a Angela Merkel le pareció ambicioso. Aunque no le habrá sido tan fácil a Renzi obtener la aprobacion de Alemania para algunas cuestiones. Especialmente para su idea de aumentar el déficit del 2,6 por ciento actual al 3 por ciento. Quiere obtener más recursos para poder así disminuir la presión fiscal.
Claramente esta propuesta no va en la dirección de disminuir la deuda pública, que en Italia ha llegado al 133%. De todas maneras podrá contar con 3.000 millones de euros que saldrán de la revisión de los gastos de 2014, 18.000 millones en 2015 y 34.000 millones en 2016, como ha anunciado en el Senado el comisario para la reforma del gasto público, Carlo Cottarelli.
Un ahorro importante lo conseguirá con la reducción de las pensiones más altas, la revisión de los contratos de los aviones de guerra F-35 y con la reorganización de los cuarteles y otras estructuras militares.
La preocupación de Alemania, y en particular del Bundesbank, tiene que ver con la dirección de Draghi en el Banco Central Europeo (BCE), que parece demasiado tolerante y proclive a ayudar a los países en dificultad comprando títulos de Estado (como los BTP en el caso de Italia).
Otra señal de que el encuentro de hoy no ha sido una mera formalidad, como lo fue el sábado con Hollande, es que la prensa alemana no ha dado la bienvenida a Renzi. El Welt de Berlin escribió antes del encuentro que «Renzi provoca a Angela Merkel con el anti-ajuste» porque quiere «financiar su plan político con la deuda». Una «declaración de guerra a la política europea alemana» que hace que «el torbellino Renzi alarme a Berlin y al BCE».
Con estas premisas se desarrolló el encuentro de este lunes, en el que se han reunido los Ministros italianos y alemanes de economía, trabajo, desarrollo económico, transporte y defensa.
Matteo Renzi, después del encuentro, anunció a la prensa: «Hemos hablado de nuestro ambicioso plan de reformas, que exigirá años de trabajo, y en el que cada día será fundamental. El gobierno tiene como horizonte el año 2018, pero las reformas las queremos hacer inmediatamente».
Continuando con su exposición, el jefe del gobierno italiano ha tranquilizado a la canciller: «Italia no va a sobrepasar los límites de Maastricht, no queremos cambiar las reglas» pero ha dicho que «con las medidas que hemos tomado, la deuda ha aumentado hasta el 132% porque habíamos dejado de crecer. Hoy se trata de respetar los compromisos, pero también tenemos que ayudar a recuperar la demanda interna».
Al final del encuentro Angela Merkel ha declarado que «el cambio estructural en Italia, es realmente impresionante» y que después de haber examinado todos los detalles de las reformas «le auguro mucha suerte y coraje».
Merkel ha afirmado que está claro que Renzi tiene en cuenta la estabilidad pero también el desarrollo y el empleo. «Estoy segura que Italia, respetará el acuerdo de estabilidad».
También el ministro de Finanzas alemán, Wolfang Schaeuble, ha hecho una valoración positiva al plan de Renzi para promover la productividad y el desarrollo, y ha destacado que se deben adelantar las reformas para disminuir el desempleo juvenil, aunque ha pedido que no se bloquee, ni se difiera, el proceso de consolidación de las finanzas italianas.