Mientras el centro derecha alemán, el Partido Popular Europeo, junto a otras agrupaciones liberales y conservadoras han sido los principales partidarios del retraso de la votación, programada inicialmente para este 10 de septiembre, las principales ONG anti-tabaco temen que esto sólo sirva para condenar a la nada la propuesta de endurecer la polémica directiva. Esta votación era clave para restringir la venta y distribución de un producto que, según los datos de la Comisión Europea, provoca cerca de 700.000 muertes al año por enfermedades relacionadas con su consumo.
Las principales razones que han dado los europarlamentarios para pedir el retraso de la votación es que no tenían suficiente tiempo para revisar adecuadamente las nuevas propuestas en la fecha prevista tras su vuelta de las vacaciones y que el 10 de septiembre muchos miembros del parlamento alemán estarían ausentes ante la inminente celebración de las elecciones en su país. Sin contar con el impacto en las urnas que podría tener el resultado de esa votación.
Los activistas pro-salud temen que esto no sea más que una táctica dilatoria organizada por el lobby de las tabaqueras para asegurarse de que la revisión de la Directiva sobre Tabaco y Productos Derivados no se produce dentro de la presente legislatura.
«Cuando se publicó la propuesta, en diciembre de 2012, tanto el Parlamento como la Comisión se quejaban de lo difícil que sería cerrar este expediente antes de las elecciones europeas», ha explicado Florence Berteletti, director del Smoke Free Partnership, «y aún así, ambas instituciones encontraron la manera de seguir adelante sólo para encontrarse, un año después, con un nuevo intento de bloqueo».
«La industria tabaquera tiene una amplia red de aliados entre las instituciones para conseguir esto y sería escandaloso que el Parlamento se dejara influir de esta manera», ha añadido Berteletti.
El pasado 10 de julio, el Comité de Medio Ambiente y Salud Pública del Parlamento votó a favor de las propuestas de la Comisión Europea para «reducir el atractivo de las cajetillas de tabaco», aumentado al 75% del paquete de tabaco las fotos con las advertencias sanitarias, prohibiendo los cigarrillos delgados y con aromas – destinados a los jóvenes- y regulando la distribución de cigarrillos electrónicos como productos farmacéuticos.
Según documentos revelados el pasado domingo 8 de septiembre por el periódico británico The Observer, el gigante del tabaco Philip Morris tenía contratadas a más de 160 personas para luchar contra la nueva legislación y varios grupos pro-tabaco presionaron a los parlamentarios en el periodo previo a la votación.
En esa semana, por ejemplo, la organización llamada Save E-Cigs (Salvad los Cigarros Electrónicos) lanzó una campaña en Internet pidiendo a los legisladores de la UE que consideraran estos productos como medicamentos.
El retraso en la votación, según ha analizado el diario The Guardian, podría tener como objetivo empujar todo el ciclo de decisiones al año próximo, 2014, en el que está prevista la presidencia griega de la UE, popularmente vista como pro-tabaco.
Una de las principales defensoras de las propuestas de la Comisión en el Parlamento es Linda MacAvan del partido de centro-izquierda británico, que ha escrito un informe (en el que se ha apoyado la Comisión de Medio Ambiente y Salud Pública del Parlamento Europeo) sobre la emergencia de evitar que los jóvenes adquieran el hábito de fumar. En su estudio asegura que, a pesar de que ha disminuido el número de fumadores en su conjunto, la prevalencia entre los jóvenes entre 15 y 25 años es mayor.
«Sabemos que empiezan a fumar siendo niños: el 70% de los fumadores comienza antes de los 18 años», alerta McAvan.
A pesar de la voluntad de acordar normas más restrictivas por parte de la Comisión, los Estados miembros se lo ponen difícil, sobre todo los del centro y este de Europa que creen que las restricciones podrían perjudicar a su economía. Bulgaria, República Checa, Polonia y Rumanía votaron ya en junio de este año contra las propuestas de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria de la UE.
En esta línea, la Mesa del Tabaco, organismo representante de la industria taquera española, asegura que «las medidas extremas pueden poner en peligro miles de puestos de trabajo en España». Según los datos de la Mesa del Tabaco, en España hay 56.000 empleos que dependen del sector del tabaco, que además aporta a las arcas públicas 9.315 millones de euros anuales de recaudación a través de impuestos.
La sospecha de «lobbismo» planea sobre el Parlamento.
Para McAvan, el aplazamiento es un retraso «decepcionante». «Se habían respetado todos los plazos y procedimientos puestos en marcha desde enero, es urgente que el voto salga adelante el 8 de octubre y que no haya más tácticas de retraso», ha planteado la eurodiputada en un comunicado.
De la misma manera, para el presidente del grupo parlamentario de los socialistas y los demócratas, Hannes Swoboda, «el retraso se ha debido a que el Partido Popular Europeo ha cedido a las presiones del lobby del tabaco».
Por su parte, Los Verdes también han apuntado a las presiones de las tabaqueras que «han logrado una nueva victoria en la carrera contrarreloj para que la directiva salga adelante antes del fin de la legislatura».