No hay más gastos. El primer ministro de Reino Unido, David Cameron ha lanzado este domingo un mensaje tajante a la Unión Europea. Amenaza con vetar los presupuestos de la Unión si hay intentos de incrementar de forma notable los gastos entre 2014 y 2020, «si tenemos que decir No a un acuerdo que no es justo para Reino Unido diremos que No», según publica el tabloide británico The Sunday Telegraph.
Cameron podía complicarle así las cosas a la UE con el objetivo de proteger los intereses de su país. Además se ha mostrado partidario de congelar las negociaciones con Bruselas si en los presupuestos que se presentarán el próximo mes no se reduce el gasto e incluso si este se aumenta para, entre otros motivos, impulsar la economía en recesión de un cada vez mayor número de países de la eurozona.
Las declaraciones de Cameron concuerdan con el segmento más euroescéptico del Partido Conservador, en medio de un debate interno sobre la necesidad o no de celebrar un referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la UE. De momento, el Primer Ministro ha declarado su deseo de elaborar dos presupuestos diferentes: uno para los países de la zona euro y otro para aquellos que no usan esta moneda como su divisa oficial.
Declaraciones relevantes las de David Cameron por dos motivos. Por un lado, porque su partido se encuentra celebrando el congreso nacional en la ciudad de Birmingham. En medio unas cifras macroeconómicas que colocan al país en su peor situación desde la década de los 70 -Reino Unido ha culpado en reiteradas ocasiones a la UE como causante de su propia crisis y la postura que ha adoptado se ha endurecido en los últimos tiempos- y por las tasas de popularidad más bajas del Primer Ministro desde que fue elegido.
Reino Unido, en recesión
Reino Unido se encuentra actualmente en una doble recesión con dos trimestres consecutivos de contracción económica. En el primer trimestre del año y según datos difundidos por la Oficina Nacional de Estadística (ONS), el PIB británico volvió a caer con cifras parecidas a las del pasado año, otro 0,2%. En el segundo trimestre, este se disparó hasta el 0,7%.
Por sectores, la actividad industrial, clave en la historia y el desarrollo económico de Reino Unido, ha sido de las más perjudicadas con una caída del 0,4%. La construcción con un retroceso del 3% continúa a la par que las economías del continente y es el sector servicios con tímidos avances del 0,1%, el único capaz de crecer.
No obstante esto no es nuevo para Reino Unido. La considerada como la mayor economía europea fuera de la zona euro ya encadenó seis trimestres consecutivos con caídas del PIB entre 2008 y 2009, lo que se convirtió en la recesión más prolongada de la economía británica.
Pese a estas cifras, el desempleo en UK sigue estando por debajo de la media de la Unión Europea (10,5%) y de la zona euro (11,4%). A falta de conocer datos oficiales y sin la resaca de los Juegos Olímpicos, Londres mantiene una tasa del 8,1% según la ONS o lo que es lo mismo, 2.6 millones de personas no tienen empleo frente a los más de 30 millones que sí lo tienen con una cifra récord de empleos a tiempo parcial, que supera ya los 8 millones.
Las horas bajas de Cameron
La situación económica actual no gusta mucho a los ciudadanos de Reino Unido. En una encuesta publicada por el diario The Guardian, el 70% de los británicos está a favor de votar sobre su permanencia en la UE. Esta encuesta arroja datos llamativos: el 40 % optaría por quedarse en la Unión, el 11 % estaría indeciso y el 49 % abandonaría el conglomerado europeo sin pensarlo, una postura que concuerda con la de Cameron
Las declaraciones del Primer Ministro británico que se han conocido este domingo no sorprenden al bloque duro de la UE. Hace justo un año, la petición de un referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE fracasaba. Por primera vez, en una votación en el Parlamento británico sobre este tema, 80 diputados conservadores desertaron en la Cámara de los Comunes de la posición de Cameron y se pronunciaron a favor de celebrar una consulta popular sobre la pertenencia del Reino Unido a una Unión Europa en crisis, en una votación con 111 sufragios a favor y 483 en contra. Habría que comprobar si pasados doce meses, esta situación habría cambiado.
David Cameron siempre se ha mostrado intransigente con la Unión Europea. Sin embargo esto no ha ayudado a frenar que ciudadanos y compañeros de partido crean que su tiempo en el poder parece haber tocado a su fin. En las quinielas políticas, muchos auguran que Cameron ya no será representante de los «tories» en las elecciones de 2015.
Las voces que sitúan al actual alcalde de Londres, Boris Johnson, como su sustituto son cada vez más numerosas. Éste sigue aumentando sus simpatías entre el bloque duro del partido y es ya uno de los políticos más populares en las calles de Reino Unido.
Otro sondeo para el diario Daily Mirror, dice que tres de cada cuatro británicos consideran que Cameron está alejado de la realidad y no creen que su papel en la gestión de la crisis esté reportando beneficios a los británicos.