Respondiendo a la invitación de S. M. el Rey, los Presidentes de la República de Italia, S. E. Giorgio Napolitano, y de la República de Portugal, S. E. Aníbal Cavaco Silva, han presidido hoy, en el Palacio de El Pardo de Madrid, una cumbre empresarial para impulsar la innovación en las pymes como vía para mejorar la competitividad de las economías de los tres países.
El Encuentro, que cumple su octava edición, ha sido organizado por Cotec Europa, una iniciativa formada por las instituciones Cotec de España, Italia y Portugal, de las que los tres Jefes de Estado son Presidentes de Honor y principales impulsores, pretende trasladar a la Comisión Europea su visión de la situación y necesidades de la innovación de tres países del sur de Europa, que representan en su conjunto más de una quinta parte de la población de la UE-27.
En el acto, al que han asistido cerca de dos centenares de grandes empresarios y autoridades de los tres países, han intervenido también el Vicepresidente y Comisario de Industria y Emprendimiento de la Comisión Europea, Antonio Tajani, el Director General de Empresa e Industria de la Comisión Europea, Daniel Calleja, además del Presidente y el Director General de Cotec España, Juan-Miguel Villar Mir y Juan Mulet, el Presidente y el Director General de Cotec Portugal, João Bento y Daniel Bessa, así como Gian Maria Gros-Pietro, en representación del Presidente de Cotec Italia acompañado del Director General de esta institución, Claudio Roveda.
El principal objetivo del Encuentro es transmitir a las autoridades europeas y a los Gobiernos de España, Italia y Portugal la visión de Cotec sobre la realidad y las necesidades en materia de innovación de las pymes de los tres países, que representan el 99,9% de sus tejidos productivos, y proponer medidas que podrían acelerar el crecimiento de estas empresas, para hacerlas más productivas mejorando su competitividad de forma importante.
En este sentido, Juan-Miguel Villar Mir, en su primera intervención pública como Presidente de Cotec España tras su nombramiento el pasado mes de mayo, señaló la necesidad de que «nuestras empresas sean capaces, usando el conocimiento, es decir innovando, de crear más valor para ser más productivas y, en consecuencia, más competitivas. La innovación más necesaria –añadió- es la que debe tener lugar en los llamados «sectores tradicionales», donde todas las tecnologías, incluidas las más novedosas, tienen cabida. El nuevo modelo productivo se deberá basar en una combinación de todos los sectores, los nuevos y los tradicionales, siendo estos últimos, como ocurre prácticamente en cualquier economía, los que seguirán aportando la mayor cuota a la riqueza del país. Además, deberemos cuidar especialmente de las necesidades de innovación de nuestras pymes, que en nuestros tres países son responsables de más de dos tercios del empleo y generan más de la mitad del PIB».
Es urgente impulsar la innovación en las pymes para que crezcan y sean más productivas. Durante el Encuentro se presentaron tres iniciativas en las que han estado trabajando conjuntamente los tres Cotec durante el último año. La primera de ellas estuvo dedicada a «La influencia de la innovación en el crecimiento de las pymes». Las pequeñas y medianas empresas son un pilar fundamental para Italia, Portugal y España, tanto por su contribución a la creación de empleo como por su aportación al PIB, pero su proporción, especialmente de micro empresas (de 1 a 9 empleados) sobre el total del tejido productivo es mucho mayor a la de los países del centro y norte de Europa, y mucho más si la comparamos con las de los países más avanzados como Estados Unidos o Japón.
Según los últimos datos disponibles de Eurostat (Structural Business Statistics, 2009), sólo las microempresas (que emplean de 1 a 9 trabajadores), absorben el 38% del empleo en España, el 41% en Portugal y el 46% en Italia –llegando al 58% en Grecia-, porcentajes muy superiores al de laeconomía de referencia en el marco de la Unión Europea, Alemania, que no llega al 20%, y a los de las economías más avanzadas como Estados Unidos (11% del empleo) o Japón (8% del empleo).
Y la comparación no mejora, sino que empeora, si a estas microempresas se añaden las pequeñas empresas (que emplean de 10 a 49 trabajadores) ya que, en conjunto, estos dos grupos de empresas absorben el 62% del empleo en España, el 64% del empleo en Portugal y el 69% del empleo en Italia –un porcentaje que en Grecia representa nada menos que el 76%, más de tres cuartas partes del empleo total-. Valores todos ellos mucho más altos que los de Alemania (30%), Estados Unidos (18%) y Japón (19%).
Esto significa que en España, Italia y Portugal, la proporción sobre el empleo total que representan las empresas medianas (50 a 249 trabajadores) y grandes (250 o más empleados) es bastante pequeña. En España, representan tan sólo el 38% del empleo total, porcentaje que disminuye en Portugal e Italia, con el 36% y 31% respectivamente –y que se reduce a tan sólo el 24% en el caso de Grecia-. Mientras que las proporciones se invierten en los países con economías más avanzadas como Alemania (60%), Japón (66%) y Estados Unidos (67%).
Esta característica de los tejidos productivos de España, Italia y Portugal supone un importante lastre para la competitividad de sus economías que está condicionada, en buena medida, por el tamaño de sus empresas. Y es que hoy existe evidencia de que la productividad de las empresas crece en función de su tamaño, por lo que es un objetivo deseable que las pymes crezcan.
Un crecimiento que depende tanto de factores externos, como son el limitado acceso a recursos o un marco regulador desfavorable, como de factores internos asociados a la capacidad y voluntad del empresario para expandir el negocio. El crecimiento aumenta la complejidad y suele llevar asociados ajustes organizativos que pueden ser difíciles de abordar para una pyme, por lo que debe ser una prioridad identificar y eliminar barreras legales y administrativas que entorpezcan el crecimiento de las empresas, así como la creación de un entorno que estimule y facilite ese crecimiento.
En cualquier caso, en el entorno competitivo actual, ese crecimiento se producirá principalmente a través de la innovación, que permitirá a estas empresas alcanzar una mejor posición competitiva en su actual mercado, e incluso competir en mercados nuevos, por lo que debe ser prioritario impulsar su actividad innovadora.
Un modelo diseñado por Cotec permite a las pymes autoevaluar su capacidad innovadora
Un segundo trabajo presentado durante el Encuentro se centró en la «Caracterización de la innovación de las pymes y su taxonomía». Las pymes son un colectivo empresarial muy heterogéneo y también lo es su forma de innovar, siendo necesario un conocimiento diferenciado de su proceso innovador para la adopción de políticas públicas y empresariales más eficientes para el fomento de su innovación.
Consciente de esta necesidad, Cotec Europa ha emprendido recientemente varios trabajos que han dado como resultado un modelo y una metodología que permite a las pymes autoevaluar las actitudes y aptitudes, las actuaciones y las inquietudes que caracterizan su capacidad innovadora.
Esta metodología ya se ha aplicado a más de un millar de pymes españolas, italianas y portuguesas, y con la ayuda de las herramientas estadísticas actuales, se ha llegado a una taxonomía de la capacidad innovadora de estas empresas, que distingue hasta cinco comportamientos claramente diferenciados ante la innovación. El modelo permite, además, autoclasificar cualquier empresa dentro de uno de los cinco modos de innovar identificados, o clusters, y ofrecer recomendaciones específicas para cada uno de ellos, orientadas a la mejora de su capacidad de innovación.
El papel de las políticas públicas de demanda para fomentar la innovación en las pymes
Por último, una tercera iniciativa conjunta de Cotec Europa se ha centrado en el último año en el análisis de las «Políticas de demanda para las pymes», debido al papel que pueden jugar estas medidas públicas para impulsar y dinamizar la innovación en este colectivo empresarial.
Las políticas de demanda, cuya principal característica es que permiten alcanzar un doble objetivo; impulsar la innovación y mejorar la función de servicio público al ciudadano, incluyen todas aquellas medidas públicas dirigidas a estimular la innovación y/o acelerar la difusión de innovaciones mediante la demanda de soluciones innovadoras desde el sector público, a definir nuevos requerimientos funcionales de los productos y servicios demandados y a mejorar la articulación de la demanda.
La utilización de este tipo de políticas, que incluyen principalmente la Compra Precomercial y la Compra Pública de Tecnología Innovadora, permite superar las barreras de los mecanismos de mercado, responder eficazmente a las necesidades de la sociedad, promover la modernización del sistema productivo e impulsar la competitividad tecnológica de los sistemas de producción locales y la creación de «mercados líderes».
De cara al desarrollo de estas políticas dirigidas a las pymes, el principal reto es buscar los mecanismos más adecuados a las características de estas empresas, para que estas medidas tengan un impacto significativo en su competitividad, y buscar una integración de estas políticas con otras políticas orientadas a la oferta, como pueden ser los incentivos fiscales a las pymes innovadoras.
Algunas de las medidas propuestas por Cotec para que las políticas de demanda atiendan mejor las necesidades de las pymes pasarían por establecer procedimientos más sencillos y rápidos para la evaluación de las propuestas, la concesión de préstamos limitados, para desalentar a la participación de las grandes empresas, la posibilidad de establecer una relación directa de las pymes con los usuarios potenciales, definir en el contrato las características de la solución solicitada, establecer unas reglas claras sobre la propiedad intelectual de los resultados o la posibilidad de encontrar rápidamente un primer cliente.