Clément Meric, de 18 años, estudiante de primero de Ciencias Políticas y sindicalista de izquierdas, estaba en un apartamento donde se vendía ropa. La llegada de tres skinheads, entre ellos una mujer, hizo que comenzara una discusión entre militantes de extrema izquierda y extrema derecha, que acabaron retándose en la calle. El joven recibió un puñetazo en la cara, cayó sobre un poste y se golpeó en la cabeza. El Ministro francés de interior ha hablado de "acto de odio gravísimo" . Esta tarde hay convocada una concentración de protesta.
La policía francesa ha interrogado a cuatro personas, ente las que estaría el presunto culpable, y continúa las investigaciones. Todos los grupos políticas han condenado el ataque. Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional, ha dicho que su partido "no tiene nada que ver" con el ataque, que ha calificado de "inadmisible e insoportable". El líder de los skinheads, Serge Ayoub, ha desmentido cualquier implicación de su grupo con los hechos. El presidente François Hollande, de visita en Tokio, ha dado instrucciónes "muy firmes para que los autores de este odioso incidente sean detenidos lo antes posible".