¿Cuanto cuesta la Biodiversidad?

No es una pregunta retórica. La ONU se ha planteado que las empresas deben contabilizar el daño que hacen a la Naturaleza y compensarlo de alguna manera. Parecería difícil de conseguir si el informe del PNUMA, La Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad (TEEB) para empresas no fuera acompañado de una encuesta que dice que más del 80% de las personas a las que se ha entrevistado afirma que dejaría de comprar los productos de empresas que no tienen en cuenta consideraciones éticas en la obtención de sus materias primas.

Un dato del informe es que los empresarios de las economías en desarrollo están bastante preocupados por la pérdida de la biodiversidad, en contraste con los empresarios europeos a los que les preocupa mucho menos.

árboles a la orilla de un río
Foto:CC

Más del 50% de los directores ejecutivos de grandes empresas de América Latina y el 45% de África ven la pérdida de biodiversidad biológica o «capital natural», como lo llama el informe de la Agencia de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), como un desafío para el crecimiento empresarial. Menos del 20% de sus colegas de Europa comparte estas preocupaciones.

Otro estudio reciente, mencionado en el informe La Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad (TEEB), muestra que los consumidores son cada vez más conscientes de la pérdida de biodiversidad, el 60% de los encuestados en América y Europa y el 90% en Brasil. Así mismo más del 80% afirmó que dejaría de comprar los productos de las empresas que no se preocupen por el medio ambiente y la biodiversidad en el proceso de fabricación de sus productos.

El informe anima a las empresas a evaluar su impacto y a minimizarlo de alguna forma. Un ejemplo que se cita es el de la multinacional minera Río Tinto, que quiere lograr un impacto neto positivo sobre la biodiversidad. La compañía aplica la compensación en Madagascar, Australia y América del Norte. Cabría preguntarse qué pasa con la biodiversidad en Huelva (España), donde opera la multinacional.

El TEEB se presenta este martes en la primera Conferencia Empresarial Mundial de la Biodiversidad que se celebra en Londres. Forma parte de una serie de informes que ha encargado la ONU con el apoyo de la Comisión Europea, entre otros organismos, y que se irán haciendo públicos a lo largo de este año dedicado a la biodiversidad. El próximo será un estudio sobre las actividades de las 3.000 empresas más importantes del mundo, en el que se estima que el impacto negativo o «externalidades ambientales» es de 2,2 billones de dólares al año. Por último se elaborará un informe de síntesis para la Conferencia de la ONU de Nagoya, Japón, el próximo octubre, en el que se instará a las empresas a desarrollar herramientas para contabilizar sus impactos y elaborar y presentar informes.