El acta del jurado, que ha leído hoy su presidente, Gustavo Suárez Pertierra, dice que se ha valorado «su actuación en conflictos armados como Siria, Libia y Somalia y en desastres naturales como los que asolaron Haití, Indonesia y Japón».
Presente en 187 países y con más de cien millones de voluntarios, el jurado del Príncipe de Asturias define a la Cruz Roja y a la Media Luna Roja como «una de las redes humanitarias más grandes del mundo con la misión de prevenir y aliviar el sufrimiento humano, proteger la vida y la salud y hacer respetar la dignidad de las personas, especialmente en tiempos de conflicto armado y en situaciones de crisis y de necesidad».
Al galardón también optaban la expresidenta chilena Michelle Bachelet, Transparencia Internacional, la oceanógrafa Sylvia A. Eearle, el Instituto de Potsdam para la Investigación de las Consecuencias del Cambio Climático y, de manera conjunta, el Instituto Universitario Europeo y el Colegio de Europa, así como el bangladesí Hazle Abed, fundador y presidente de BRAC, una de las ONG más importantes del mundo.
El premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional está dotado con 50.000 euros y la reproducción de una estatuilla de Joan Miró. Según las bases, está destinado a reconocer a la persona, institución, grupo de personas o instituciones cuya labor haya contribuido de forma ejemplar y relevante al mutuo conocimiento, al progreso o a la fraternidad entre los pueblos.
Antes lo han recibido Belisario Betancur, Raúl Alfonsín, Óscar Arias, Helmut Kohl, Javier Pérez de Cuéllar, Frederik de Klerk, Nelson Mandela, Simone Veil, Mario Soares, Jacques Delors, Mijail Gorbachov, Fernando Henrique Cardoso, Al Gore, 'Lula' da Silva, Isaac Rabin y Yaser Arafat. El año pasado, el premiado fue el filántropo neoyorquino Bill Drayton.