Ya están aquí. El primero ha sido Amanda y el segundo es Boris. Son los primeros huracanes de la temporada que empieza el 1 de junio, pero Amanda se adelantó al 25 de mayo. Le ha seguido Boris, que hoy se ha formado como tormenta tropical en el golfo de Tehuantepec, en el estado mexicano de Chiapas. Sus primeros efectos ya se han comenzado a notar. Las autoridades han desalojado a 16.000 personas que viven en zonas de riesgo. Los gobiernos están más preparados ante estas inclemencias meteorológicas. También las ONG. Cruz Roja ha reforzado sus preparativos ante posibles desastres.
Los pronósticos auguran una temporada dentro de la normalidad, pero con posibilidades de que se produzcan 1 ó 2 huracanes de gran magnitud. Las ONG consideran que la preparación para desastres es fundamental para minimizar los efectos en las comunidades afectadas.
La temporada de huracanes en el Atlántico se inició oficialmente el 1 de junio y finalizará el 30 de noviembre. Para 2014, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) pronosticó, el 22 de mayo, una temporada normal con la posibilidad de formación de entre 8 y 13 tormentas tropicales, de los que entre 3 y 6 se convertirían en huracanes y al menos 1 o 2 alcanzarán o superarán la categoría tres en la Escala de Saffir-Simpson.
Para hacer frente a esta temporada de huracanes, Cruz Roja Española ha estado trabajando ya con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja de los países centroamericanos y del Caribe, principales damnificados por este tipo de fenómenos atmosféricos en este periodo. Cuenta con delegados especializados en control de desastres que se coordinan, en caso de necesidad, con la Unidad de emergencias de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (PADRU) y con los países afectados.
Precisamente, para complementar las actividades de preparación de la Federación Internacional, desarrolladas a través de las Unidades de Respuesta Regional principalmente en Centroamérica, Cruz Roja Española ha intensificado sus esfuerzos en el fortalecimiento de la capacidad de respuesta en el Caribe, especialmente en Haití y República Dominicana.
Concretamente en Haití, se ha realizado una revisión y puesta a punto de los materiales de agua y saneamiento existentes en el país, y que fueron donados por Cruz Roja Española en las últimas operaciones de emergencia (terremoto de 2010, huracán Sandy, brote de cólera, etc.), para que estén en estado óptimo en caso de que sea necesaria una respuesta en este ámbito. En República Dominicana, se ha trabajado en la formación en apoyo psicosocial con el objeto de incrementar el número de voluntarios con capacidad para ofrecer una respuesta de este tipo ante una situación de emergencia.
En España, la organización cuenta además con tres centros logísticos, situados en Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid, con capacidad para asistir a familias afectadas con materiales de emergencia que podrían ser envidados en menos de 24 horas ante un eventual desastre. A ellos hay que añadir el Centro Logístico de Ayuda Humanitaria (CLAH), de Canarias, que forma parte de la estructura global de la Federación Internacional en el mundo.
Preparación para desastres a nivel comunitario
Sin embargo, aunque la temporada de este año previsiblemente no va a ser muy virulenta, una cosa está clara: La preparación de las comunidades para dar una respuesta ante un desastre es clave para minimizar los daños tanto materiales como personales. El responsable de la Unidad de Emergencias de Cruz Roja Española, Iñigo Vila, señala que «en los meses anteriores al comienzo de la temporada de huracanes trabajamos intensamente con los Comités nacionales de los países que pueden verse afectados en la preparación de mapas de riesgo, vías de evacuación, etc.». «Igualmente, la prevención y la información a la comunidad son extremadamente importantes, dado que son fenómenos predecibles y al ser pronosticables se sabe su itinerario y podemos avisarles e informarles previamente de cuales van a ser las posibles consecuencias para que estén preparados».
Operaciones de emergencia a través de Unidades especializadas
El 45 por ciento de las operaciones de emergencia que desarrolla Cruz Roja Española se realizan en América, frente a un 27% en Asia, un 27% en Asia y un 3% en Europa.
En los últimos 6 años se han realizado 70 despliegues de las Unidades de Respuesta a Emergencias de Cruz Roja (ERU, por sus siglas en inglés), especializadas en agua y saneamiento, logística, salud, entre otros, para hacer frente a distintas catástrofes y desastres en todo el mundo. La mayor parte de los despliegues responden a catástrofes como los terremotos (26), inundaciones (11) y huracanes (10). En un orden menor cabría citar el envío de las ERU ante otras emergencias como epidemias, crisis sociales o tsunamis.