9 de diciembre de 2011, fecha clave para la historia de Croacia. Hoy, el país balcánico ha rubricado, tras muchos años de espera, su adhesión a la Unión Europea. Lo hace justo en la semana más importante de ésta, cuando se ha rediseñado lo que será el futuro del eurogrupo, con los esfuerzos y exigencias que tienen que acometer los diferentes estados miembros para evitar una nueva crisis como la actual que ponga, de nuevo, en tela de juicio la viabilidad del subcontinente europeo como una única unidad jurídica, política y económica.
A partir de entonces, comenzará el proceso de ratificación por parte de los Parlamentos de los 27 países miembros de la UE. Esta adhesión deberá también recibir el visto bueno de la Eurocámara para que, finalmente, el 1 de julio de 2013 Croacia ya sea proclamada oficialmente el miembro número 28 de la Unión. Con 564 votos a favor, 38 en contra y 32 abstenciones, el Parlamento Europeo dio su visto bueno para que el país presidido por Ivo Josipović se convierta en el primer país balcánico en ingresar en la UE.
20 años: desde el inicio de la guerra hasta la entrada en la UE
Desde el final de lo que se denominó "La guerra de los Balcanes" o "La guerra croata de la independencia" que asoló esta región del este de Europa entre los años 1991 y 1995, Croacia ha sido el único de los países implicados que, tras duras reformas estructurales y sociales, ha gozado del beneplácito para su adhesión al conglomerado europeo.
Croacia ya es miembro de las Naciones Unidas, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, el Consejo de Europa, es socio fundador de la Unión para el Mediterráneo y fue miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el período 2008-2009, además de miembro de la OTAN desde el 1 de abril de 2009, lo que le convirtió en la segunda nación ex yugoslava, tras Eslovenia, en ingresar en esta alianza militar. Unas incorporaciones que le han valido la confianza de la Unión Europea no sin antes suscitar cierto recelo y suspicacias entre diferentes voces expertas.
El sueño de Croacia empezó en 2003 cuando el país solicitó formalmente el ingreso en la Unión Europea. La Comisión Europea tras analizar sus reformas sociales en los últimos años tras el fin de la guerra, recomendó hacerla candidata oficial a principios de 2004 siendo reconocida como tal por el Consejo Europeo a mediados de ese mismo año.
En octubre de 2005 empezaron las investigaciones y el estudio por parte de las instituciones europeas con el objetivo de comprobar si el país estaba preparado de forma fidedigna a estar incluido en el conjunto de los estados miembros. El rechazo de Irlanda a la ampliación del Tratado de Lisboa mediante un referéndum provocó que en 2010, fecha prevista para su adhesión oficial, fuera retrasada. Finalmente la entrada en vigor de este tratado y la descongelación en la entrada de nuevos miembros, ha permitido que Croacia se incorpore al club europeo. Acción que, por el momento, no ha permitido el ingreso de Serbia y Montenegro.
Y es que la hipotética adhesión de estos dos países ha suscitado divisiones en el bloque comunitario. Montenegro solamente cuenta con el inicio de las negociaciones y Serbia mantiene escéptica a los diferentes ministros de Asuntos Exteriores. La Unión Europea duda actualmente de otorgar oficialmente el status de país candidato a Serbia. Mientras que países como España y Austria están de acuerdo, Polonia y Alemania dudan. Éstos parecen no confiar en las reformas de Serbia, y en la transparencia de sus instituciones así como el respeto a los derechos humanos, claves para entrar a formar parte de la UE.
Puntos clave para la entrada de Croacia
El análisis de Croacia ha sido exhaustivo para que se pudiera concretar finalmente esta adhesión y muchos han sido los temas que han sido observados con lupa por parte de la Comisión Europa. En un informe de noviembre de 2006, ésta animaba a Croacia a acelerar aún más las reformas judiciales y de administración pública, reestructurar su economía y luchar, implacables, contra la corrupción. Con su adhesión, parece haber superado los deberes.
- Justicia y Administración pública. La separación de la política y la justicia ha sido y es uno de los temas más exigentes por parte de la Comisión con el objetivo de acabar con la endogamia judicial y la inmunidad de los jueces. Además la justicia de Croacia es una de las más lentas de la UE. Sólo existen 200 jueces para 6 millones de casos. El proceso supone una comparación entre dos y tres meses del Derecho europeo con el Derecho del correspondiente país candidato, para identificar los posibles problemas en la adopción del acervo y determinar la eventual necesidad de plazos y soluciones de transición. Por otro lado, la Unión exige a todos sus estados miembros la transparencia y la independencia en la administración pública, con una llamada a la simplicidad y modernidad administrativa.
- Economía. La economía croata, en continuo crecimiento desde que empezara el S. XXI, padeció en 2010 los sinsabores de la crisis económicas, su PIB bajo algo más de un punto. En 2011 las cosas parecen volver a la normalidad y se estima que crezca algo más del 1%. Pese a una economía de mercado viable, su tasa de desempleo sigue siendo alta, alrededor del 13%. La privatización de empresas, muchas de ellas en números rojos, es crucial para el futuro económico de este país con más de 4 millones de habitantes, y las reformas cruciales para su futuro. Croacia es un país con un elevado número de empresas públicas.
- Corrupción. El Gobierno croata adoptó un plan contra la corrupción. Sin embargo, un informe detallado por la Comisión destacaba que muchos delitos no eran ni tan siquiera investigados y mucho menos sancionados. Terminar con los sobornos a políticos, sobre todo en el campo del turismo -sector en auge en la economía croata-, era una de las máximas denuncias de la población
- Libertad de expresión. Es aún una de las asignaturas pendientes. Los casos sobre presiones, falta de objetividad e interferencias políticas en los medios de comunicación siguen siendo significativos.
- Refugiados de guerra y protección de minorías. Uno de los puntos más sensibles para la UE ha sido el trato a los refugiados de guerra. Retornar el máximo número posible de los 300.000 serbio-croatas desplazados por la antigua guerra es vital y sobre todo reintegrarlos en la sociedad.La Comisión Europea valoró positivamente la reconstrucción y devolución de la propiedad a los refugiados sin embargo sigue animando al gobierno croata ha facilitarles, en igualdad de condiciones, el acceso en temas como el empleo, la vivienda o las diferentes ayudas. Algo similar ocurre con las minorías. Según la C.E., Croacia ha realizado una exhaustiva tarea en este sentido, ya que 7 de cada 100 croatas pertenecen a una de las 22 minorías existentes en el país.
Pese a que los sucesos contra éstos han disminuido considerablemente, deben de terminar por completo, por ello insta al máximo control de las fuerzas y seguridades del estado tanto a nivel estatal como en las diferentes regiones. En este caso la UE ha animado a Croacia que conciencie a sus ciudadanos mediante acciones culturales, sociales y educativas para la integración de estas minorías y que aumente sus investigaciones y esfuerzos en localizar, junto a las fuerzas internacionales, a los imputados por crímenes de guerra, tanto serbios como croatas, así como en la vital protección de los testigos para una mejor cooperación judicial junto a países vecinos como Serbia, Bosnia y Montenegro.
Alcanzar una estabilidad en el marco internacional como miembro de pleno derecho de la UE, la mejora de sus infraestructuras y su educación mediante la adjudicación de ayudas europeas, la mejora de su modesta economía con la incorporación del euro y la consecuente promoción de su ésta y sus reformas sociales, son algunos de los objetivos que finalmente podrán llevarse a cabo en Croacia. A partir de hoy, el trazado de una nueva Croacia ya es oficial.