Jerzy Buzek, que este martes ha dejado de ser presidente del Parlamento Europeo, inauguró la primera sesión plenaria de 2012 en Estrasburgo con unas palabras de condolencia por la muerte de Manuel Fraga, quien también fue eurodiputado, y a quien calificó de «gran estadista y arquitecto de la España democrática». Después pidió un minuto de silencio en homenaje al político español y a Vaclav Havel, promotor de la revolución de terciopelo que terminó con el comunismo en la antigua Checoslovaquia, de quien dijo que «fue un gran europeo y estadista, una persona de coraje y valor».
La eurodiputada Sarah Ludford, liberal-demócrata británica, ha levantado la polémica al criticar la decisión de Buzek de unir el homenaje a dos figuras que considera muy distintas. «La sospecha de que se orquestó deliberadamente esta equiparación para complacer a sus amigos políticos se confirma porque se tapó el pasado fascista de Fraga», dice Ludford, quien recuerda que Fraga «nunca pidió perdón por la represión del régimen de Franco al que sirvió», mientras Havel tuvo un compromiso claro durante toda su vida por la democracia y los derechos humanos.
El eurodiputado español Raul Romeva coincide con su colega británica y dice que la propuesta de conjunta de Buzek «fue una encerrona», porque «todo el mundo merece un respeto». Desde el grupo parlamentario socialista en la Eurocámara no se ha querido hacer comentarios, mientras el Partido Popular Europeo ha destacado su «extraordinaria trayectoria política» y su contribución a la redacción de la Constitución española, sin mencionar su papel como ministro de la dictadura franquista.