Que una agencia americana como Standard and Poor´s condicione la estabilidad y la seguridad de los países miembros de la UE no parece ser plato de buen gusto para muchos europeístas. Unos creen que son llamadas de atención que les hace falta a los países miembros, otros que dicha agencia hace más difícil aún el equilibrio y la salida de la crisis del euro.
Este miércoles, euroXpress informaba sobre la amenaza que la famosa agencia de calificación hacía a toda la Unión Europa de rebajar un escalón la nota global, actualmente en AAA. La crisis económica, según la agencia, rebajaría a perspectiva negativa a la Unión si en un nuevo análisis a alguno de los Estados miembros se le rebajara la nota actual. En Europa solo Reino Unido, Dinamarca y Suecia mantienen una perspectiva estable.
Este jueves, en una nota de prensa, S&P ha vuelto a fijarse en España. Aragón, Galicia, Canarias, Madrid, Andalucía, País Vasco, Navarra y la ciudad de Barcelona así como su provincia están siendo observadas con lupa y podrían ver rebajado su status en un nuevo estudio de la solvencia de España. En el caso de Barcelona y provincia podría tratarse de hasta dos escalones de golpe. Otras comunidades como Cataluña, Valencia o Murcia ya sufrieron dicha rebaja hace algunos meses. Cabe recordar que España posee actualmente una nota de AA- y podría volver a menguar.
Además de esas siete comunidades autónomas españolas, otros Gobiernos locales y regionales europeos están en la misma situación como el austriaco Tirol y la ciudad de Viena, al igual que la región de Bruselas en Bélgica o la región de Île de France y ciudad de París . En Alemania la revisión afecta a los estados de Sajonia y Bavaria, mientras que en Italia se trata de las ciudades de Bolonia, Milán, Génova, Turín, Florencia, Roma y algunas de sus regiones como la de Roma, Emilia-Romagna y Sicilia, al igual que la entidad municipal de Finlandia.
¿Qué es Standard and Poor´s?
En todo este entramado de la crisis económica mundial, S&P ha adquirido un protagonismo especial. Hay quienes toman en serio sus calificaciones pero los hay que tachan a esta agencia americana de oportunista y de ser un elemento perjudicial para los países en crisis, sobre todo para los del conglomerado europeo. Las calificaciones y sus amenazas de rebaja son temidas por los gobiernos. Sin embargo, otros creen que lo único que hacen es animar a los especuladores a jugar con la prima de riesgo de los países económicamente menos estables y que sus anuncios y amenazas menguan, por miedo, las bolsas europeas acentuando más la inestabilidad económica y colocando más lejana si cabe una salida real a las respectivas crisis de los diferentes países.
Standard & Poor's (S&P) mantiene una «lucha» con Moody´s y Fitch Group en el análisis de la solvencia de los países pero es ésta la que más titulares está dando en los últimos tiempos. En resumidas cuentas se trata de una agencia, división de la empresa McGraw-Hill, dedicada a la elaboración y publicación periódica de calificación de riesgos de acciones y bonos, que fija la posición de solvencia de los mismos.
Está formada por un equipo de analistas que fijan las calificaciones siguiendo la evolución de las grandes cifras de los países, al que a menudo investigan sobre el terreno. El seguimiento es periódico, incluso diario. Más tarde trasladan sus propuestas al comité que toma las decisiones y es el que vota de forma anónima.
Los estándares utilizados para establecer la solvencia y estabilidad en las operaciones a largo plazo son estos:
- Para inversiones estables
AAA: La más alta calificación de una compañía, fiable y estable.
AA: Compañías de gran calidad, muy estables y de bajo riesgo.
A: Compañías a las que la situación económica puede afectar a la financiación.
BBB: Compañías de nivel medio que se encuentran en buena situación en el momento de ser calificadas.
- Para inversiones de riesgo o especulativas
BB: Muy propensas a los cambios económicos
B: La situación financiera sufre variaciones notables.
CCC: Vulnerable en el momento y muy dependiente de la situación económica
CC: Muy vulnerable, alto nivel especulativo.
C: extremadamente vulnerable con riesgo de impagos
Críticas sobre su papel examinador
Como a las otras dos agencias de calificación de riesgo nombradas, muchos consideran a Standard & Poor's desacreditada para emitir sus calificaciones. Las críticas a S&P por otorgar la categoría mayor AAA a los paquetes de hipotecas basura, conocidos como collateralized debt obligation (CDO), han sido reiteradas. Los inversores confiando en el bajo riesgo que la AAA implica adquirieron CDO con grandes pérdidas. Por ejemplo, las pérdidas sobre un valor de 340,7 millones de dólares de CDO emitidos por el Credit Suisse Group llegaron hasta los 125 millones, aunque fueron calificados como AAA por Standard & Poor's.
En otros momentos críticos como el hundimiento de los bancos islandeses en 2008-2009, a los que S&P también les tenía dada la máxima calificación. En general el hecho de que sean los propios clientes calificados los que pagan ha llevado a muchos a criticar su objetividad. ¿Debería estar la UE temblando por las notas de la agencia?
Esta semana la agencia también puso bajo revisión al Fondo de Rescate europeo y la UE parece haber actuado. En concreto la Autoridad Europea de Mercados ha anunciado que inspeccionará antes de que acabe el año a las principales agencias de «rating» que trabajan en la UE para asegurarse de que respetan la normativa comunitaria. «La ESMA inspeccionará a las agencias más importantes antes de finales de año», según confirmó un portavoz de la Autoridad y añadió «esto forma parte de nuestra actividad de supervisión. Publicaremos un informe con los resultados en abril de 2012».
Los ministros y autoridades políticas de la UE tampoco han dejado pasar la oportunidad de criticar la sucesiva correlación de titulares, siempre negativos, de S&P hacia Europa.
El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, tachó la advertencia de «exagerada e injusta» mientras que el comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier, dijo que el aviso de S&P es «una opinión entre otras» y criticó el momento elegido para lanzarla, antes de la cumbre europea en la que se prevé un pacto para dar una respuesta completa a la crisis de deuda. Angela Merkel también ha querido restar importancia a las calificaciones en más de una ocasión.
En declaraciones a Intereconomía, el representante español en el consejo del Banco Central Europeo, José Manuel González Páramo desacreditó tanto a S&P como a Fitch y Moody´s hace algunos meses, «las agencias de calificación de riesgo fueron en el pasado parte del problema que generó la crisis y hoy son también un problema», criticó. El origen estadounidense de las tres y su papel en la caída de Lehman Brothers, cuando les habían otorgado la máxima nota positiva, ha sido criticado por muchos especialistas.
Problemas judiciales para estas agencias
S&P, Moody's y Fitch se enfrentan a numerosas demandas judiciales en todo el mundo, desde Estados Unidos a Portugal, por su papel en la crisis financiera y en la actual crisis de deuda. En nuestro país, los tribunales han llegado a admitir una querella contra las tres agencias por «alterar el precio de la deuda pública en los mercados» y por utilizar información reservada «de forma ilegítima».
Los demandantes han criticado que la deuda de EEUU, mayor sobre su PIB, apenas ha sido tocada mientras que sí se ha penalizado la calidad de crédito de los países periféricos de la zona euro (Grecia, Irlanda, Portugal o España). ¿Intereses comerciales? Muchos opinan que sí. Además de Lehman Brothers, entidad que quebró en septiembre de 2007, también Madoff, autor de una de las mayores estafas financieras de todos los tiempos, mantuvo su máxima calificación otorgada por las agencias hasta que se descubrieron sus fraudes. ¿Credibilidad?
Y es que estas tres agencias anglosajonas, que nacieron en 1909 para evaluar las emisiones de obligaciones de las compañías de ferrocarriles de EEUU tras la quiebra de Knickerbocker Trust Company que desplomó Wall Street, controlan el 90% del negocio: S&P y Moody's (casi el 80% juntas) y Fitch (con más del 10%) generan anualmente más de 2.000 millones de dólares.
¿Y si se equivocan? Se podría decir que son impunes ya que lo que emiten son solo «opiniones» y la Constitución de los Estados Unidos de América protege su libertad de expresión. E incluso llegaron a enfrentarse en su propio país contra la Ley Dodd-Frank, que pretende dar derecho a los inversionistas para procesar a una agencia si consideran que no actúa como debe. Muchos opinan que esas simples «opiniones» si son erróneas pueden acarrear, como está sucediendo, bajadas en bolsa y subidas de la prima de riesgo con la consecuente mala publicidad para los países, ciudades o regiones en cuestión. ¿Deberían por tanto ser controladas para la salvaguarda de la economía mundial y europea en este caso? En la UE esta postura gana cada vez más adeptos.