Según un documento que servirá de base para preparar la reunión los países que soliciten los créditos tendrán que fijar de antemano los objetivos de las reformas. A medida que se fueran cumpliendo esos objetivos se irían obteniendo los siguientes plazos de los créditos. El atractivo de las ayudas estaría en el bajo interés, inferior al de mercado.
Se trataría en cierto modo de una especie de préstamo subvencionado, cuyo riesgo se repartiría entre los Estados miembro implicados, un avance de lo que podría ser la deuda compartida que tanto horroriza a Alemania.
En el documento que ha obtenido la agencia Reuters dice que 'los créditos significarían únicamente una transferencia limitada entre los países'.
Los planes concretos de las reformas que elaboren los países se deberán presentar para su aprobación al resto del Eurogrupo. La cuantía de los créditos no tendría relación con las reformas, sino que sería un apoyo general a la economía del país.
Los Estados que tengan balances macroeconómicos negativos o que estén inmersos en un rescate no podrán pedir la ayuda. El documento hace una excepción con Irlanda, que a mediados de diciembre saldrá de su rescate.
El documento no especifica de donde saldría el dinero de los créditos solo apunta que podría provenir de contribuciones de los propios países, de otra fuente de recursos o del Mecanismo de Estabilidad Europeo que podría captar fondos en los mercados internacionales.