No se puede negar el mérito del presidente electo de Francia, el socialista François Hollande, de impulsar la idea de que las medidas de austeridad no son suficientes para salir de la crisis. La Comisión Europea reivindica estos días que Bruselas lo dijo antes y hoy lo ha hecho también el presidente del Parlamento Europeo.
Martin Schulz se apunta a la idea de que hay que dar estímulos a la economía y va un paso más allá al preguntar a los líderes europeos con qué dinero se va a fomentar ese crecimiento. «El equilibrio presupuestario es necesario. Pero decimos no a los dictados que piden solo austeridad y sí a los recortes combinados con iniciativas de empleo», ha declarado.
Hasta ahora el debate se mueve en generalidades. Los populares reiteran que austeridad y crecimiento son dos caras de la misma moneda, los socialistas siguen enarbolando la bandera francesa como viento de cambio en Europa, los liberales constatan que hay poco que celebrar en este Día de Europa y el líder de los Verdes, Daniel Cohn-Bendit asegura que «cuando alguien dice en democracia que no hay alternativas se está equivocando».
La idea parece clara pero no su concreción y nadie en la UE está en condiciones de poner un euro más. Hollande se reúne este lunes con el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y mañana lo hará con el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, para preparar la cumbre sobre crecimiento convocada para el 23 de mayo.
El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, asegura que hay una «conciencia indiscutible» de que hace falta»tomarse en serio la necesidad de más crecimiento». De momento, nadie sabe cómo.