Este es el resultado que se desprende la encuesta Global100, para la cual se entrevistó a más de 53.000 personas de 102 países y los territorios palestinos ocupados por Israel. El estudio ha sido realizado por la Liga Antidifamación (ADL por sus siglas en inglés), una organización con sede en Nueva York que combate el antisemitismo desde su fundación, en 1913.
Del estudio se extrae que aunque las actitudes antisemitas son más frecuentes en los países árabes, persisten en gran parte del mundo, especialmente en Europa oriental, donde la mayoría de la población judía fue exterminada en el Holocausto. Un hallazgo particularmente alarmante para la ADL es la ignorancia sobre el Holocausto, el genocidio de unos seis millones de judíos mayoritariamente europeos entre 1939 y 1945, que jugó un papel clave para que Europa y Estados Unidos respaldaran la creación de Israel.
Poco más de la mitad (54 por ciento) de los encuestados –y solo 48 por ciento de los menores de 35 años— dijeron conocer el Holocausto. El conocimiento es más alto en Europa occidental (94 por ciento), Oceanía y América, y más bajo en África subsahariana (24 por ciento) y en Medio Oriente y Norte de África (38 por ciento).
Entre los encuestados que dijeron haber oído sobre el Holocausto, el 32 por ciento sostuvieron que es un mito o una gran exageración. En la región de Oriente Próximo, el 63 por ciento de los entrevistados se expresaron así. Entre los encuestados que dijeron haber oído sobre el Holocausto, el 32 por ciento sostuvieron que es un mito o una gran exageración. De acuerdo al sondeo, un 26 por ciento de los adultos encuestados sostienen puntos de vista antisemitas, que la ADL define como estar de acuerdo con al menos seis de 11 frases negativas, o con estereotipos comunes y, en algunos casos, muy antiguos sobre los judíos.
En la región de Medio Oriente y Norte de África, esa proporción es casi tres veces mayor, un 74 por ciento, mientras en Europa oriental, el 34 por ciento de los encuestados expresaron sentimientos antisemitas. En el otro extremo del espectro, el antisemitismo baja al 14 por ciento de los encuestados de Oceanía, que incluye a Australia y a Nueva Zelanda, y a 19 por ciento en América.
Irán tiene la población menos antisemita de Medio Oriente y Norte de África –menor incluso que la vecina Turquía, donde vive la mayor población judía de la región fuera de Israel—, pese a que el gobierno iraní ha sido acusado por Israel y organizaciones judías estadounidenses como la ADL de albergar propósitos genocidas hacia los israelíes. El cincuenta y seis por ciento de los entrevistados iraníes mostraron actitudes antisemitas, frente al 69 por ciento de los de Turquía.
Y aunque el 80 por ciento de los encuestados iraníes dijeron tener opiniones desfavorables sobre Israel, que amenazó en reiteradas ocasiones con atacar instalaciones nucleares de Irán, el 43 por ciento expresaron que las acciones israelíes ejercieron una influencia menor o nula sobre sus actitudes hacia los judíos.
De hecho, un hallazgo clave de la encuesta es la escasa correspondencia entre las actitudes hacia los judíos y hacia Israel. Son la excepción los países árabes, donde ADL encontró un alto grado de correlación en las opiniones negativas sobre los judíos y sobre Israel, que van del 75 por ciento a más del 90 por ciento.
En los Holanda, donde solo un cinco por ciento de los encuestados expresaron puntos de vista antisemitas, el 43 por ciento dijeron albergar opiniones negativas de Israel, frente al 33 por ciento en Suecia, el país menos antisemita de Europa.
La encuesta, que se realizó por teléfono y en entrevistas personales entre julio de 2013 y febrero de 2014, incluyó al menos a 500 adultos en cada uno de los 102 países cuyos habitantes sumados representan aproximadamente el 86 por ciento de la población mundial. Se trata de lejos de la encuesta más ambiciosa auspiciada por la ADL, que rastrea las opiniones y los incidentes antisemitas, principalmente en Estados Unidos.
El núcleo de la encuesta se centra en si los encuestados coinciden con 11 frases que ADL considera «estereotipos antisemitas». Si concuerdan con seis o más, se los califica como antisemitas. Algunas de esas frases son «los judíos son más fieles a Israel que a (el país en el que viven)», «tienen demasiado poder» en el mundo de los negocios, los mercados financieros internacionales o los medios de comunicación, o «demasiado control sobre los asuntos internacionales» o sobre el gobierno de Estados Unidos.
Otras frases son: a los judíos «no les importa lo que le suceda a nadie más que a los suyos», «piensan que son mejores que los demás», «hablan demasiado acerca del Holocausto», «son responsables de la mayoría de las guerras del mundo», y «la gente odia a los judíos por la forma en que se comportan».
El cuarenta y uno por ciento de los encuestados estuvieron de acuerdo en que los judíos son más fieles a Israel que a su propio país. Aparte de Oriente Medio y el Norte de África, donde esa frase recibió el 74 por ciento de adhesiones, Europa occidental, con un 45 por ciento, fue la región donde más predominó esa respuesta.
El segundo estereotipo más aceptado es que los judíos tienen demasiado poder en el mundo de los negocios. Más de la mitad, el 53 por ciento, de los europeos orientales estuvieron de acuerdo con esa opinión. Y en lo que podría ser un reflejo de la influencia de Israel en la percepción de los judíos en su propia región, el 75 por ciento de los encuestados allí concordaron en que «la gente odia a los judíos por la forma en que se comportan».
«Es evidente que el conflicto del Próximo Oriente importa en relación con el antisemitismo», señala Abe Foxman, el presidente de ADL desde 1987. «Sin embargo, a partir de los hallazgos de la encuesta, no queda claro si ese conflicto es la causa o la excusa del antisemitismo».
Los musulmanes tienden a tener puntos de vista más antisemitas que los encuestados de otras grandes religiones, pero el factor más importante en la determinación de las actitudes hacia la los judíos parece ser la ubicación geográfica. Así, el 75 por ciento de los musulmanes encuestados en Medio Oriente y Norte de África son considerados antisemitas en la encuesta, una actitud que solo se atribuye al 37 por ciento de los musulmanes de Asia y al 18 por ciento de los de África subsahariana.Entre los cristianos, el 64 por ciento de los habitantes de Oriente Medio y Norte de África dieron respuestas que los definen como antisemitas, mientras que se expresaron en ese mismo sentido el 35 por ciento de los de Europa oriental y 19 por ciento de los de América. La encuesta también muestra que las personas mayores son más propensas que las jóvenes a tener puntos de vista antisemitas y que cuanto más familiaridad se tiene con judíos, menos antisemita se es.
Además, los encuestados con mayor nivel educativo tienen menos probabilidades de albergar sentimientos contra los judíos, salvo en Oriente Medio y Norte de África, donde los más educados son más propensos a tener puntos de vista antisemitas que los menos educados.
Curiosamente, en Europa occidental y en América, la segunda frase negativa más aceptada sobre los judíos es que «hablan demasiado acerca del Holocausto». Casi tres cuartas partes de los encuestados (un 74 por ciento) afirmaron no conocer a una persona judía. De ellos, el 25 por ciento tienen puntos de vista antisemitas. Y del 26 por ciento de todos los encuestados que coincidieron con al menos seis de las frases negativas acerca de los judíos, el 70 por ciento precisaron que en realidad nunca habían conocido a una persona judía.
Voces críticas de la ADL, una defensora implacable de Israel, argumentan que la organización tiene un interés propio en exagerar la omnipresencia del antisemitismo y la negación del Holocausto. Pero Foxman rechaza esa acusación e insiste en que la intención del sondeo es «documentar empíricamente cómo son las cosas».