La mitad de los partidos, unos 380 se habían disputado en Europa y han identificado otros 300 en el resto de continentes. La red habría obtenido beneficios de 8 millones de euros en 15 países y habrían pagado sobornos valorados en dos millones de euros. Una «amplia red criminal controlada desde Asia», que realizaban pagos a jugadores y árbitros de hasta 100.000 euros.
La trama afecta a dos partidos de clasificación para la Liga de Campeones, uno de ellos jugado en Gran Bretaña. También hay partidos amañados en Alemania, Austria, Eslovenia, Hungría y Holanda. En el caso de España no habría implicación en la Primera División, ni manipulaciones a jugadores, clubes o árbitros españoles. Aunque sí se ha investigado un partido «jugado en territorio español», según ha declarado el inspector de la Policía alemana, Friedhelm Althans.
Según el director de Europol, Rob Wainwright, la red realizaba las apuestas por internet o por teléfono en Asia, y ha denunciado que es un «gran problema de integridad en el fútbol en Europa». Interpol ha denunciado en varias ocasiones que la corrupción financia otras actividades criminales como el narcotráfico o la prostitución.
La policía no dará nombres de implicados hasta que no finalice la investigación, que alcanza a 425 personas, entre árbritros, jugadores y criminales. Eurojust, que reúne fiscales europeos, Interpol y otras policías de 13 países europeos, ha coordinado todas las pesquisas en las que se han analizado hasta 13.000 correos electrónicos y otros materiales.
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