La Conferencia del Clima de la ONU, celebrada en Copenhague, ha terminado un día más tarde de lo previsto y sin llegar a ese acuerdo vinculante que muchos países, la UE y las Organizaciones civiles reclamaban. Ha sido un esfuerzo en vano.
El viernes de madrugada se llegó a un compromiso de mínimos que tuvo una muy mala acogida por el pleno. Para ese momento los jefes de Estado y de Gobierno de Estados Unidos y los llamados BASIC (Brasil, Sudáfrica, India y China), que habían pactado el acuerdo ya no estaban en Copenhague.
El compromiso tenía que ser votado por los 193 países que participan en la Conferencia, pero se organizó tal barullo que tuvo que suspenderse la sesión y no era la primera vez que esto ocurría. Venezuela, Bolivia, Cuba, Costa Rica, Nicaragua y el pequeño archipiélago de Tuvalu expresaron sus protestas y calificaron de irrespetuoso el procedimiento.
Finalmente se encontró una fórmula para sacar adelante el documento de tres páginas que recoge un número mínimo de cuestiones a corto plazo (hasta 2020), los objetivos más ambiciosos hasta 2050 no se mencionan.
Se reconoce la necesidad de limitar el aumento de la temperatura media del planeta a 2º.
La verificación de la reducción de las emisiones de los países en desarrollo, el escollo fundamental con China se ha soslayado con una referencia a un mecanismo de "consultas internacionales".
En cuanto a la financiación hasta 2012 para los países en desarrollo se detalla en un anexo:
La Unión Europea- 10.600 millones de dólares
Japón – 11.000 millones de dólares
Estados Unidos- 3.600 millones de dólares
El presidente mexicano, Felipe Calderón, que debe organizar la próxima cumbre ha llamado a «emprender las negociaciones necesarias de inmediato, tomando en cuenta que la Humanidad nos está reclamando acuerdos concretos, de avance sólido.»
Josef Leinen director de la representación del Parlamento Europeo, cree que es «un acuerdo bastante flojo. No cumple con las expectativas que había de la Conferencia.»
El presidente de turno de la UE, el sueco Fredrik Reinfeldt, ha dicho que la Unión lleva trabajando desde hace dos años para lograr un acuerdo sobre la reducción de emisiones, pero no ha visto los mismos esfuerzos por parte de otros y añadió «ha sido duro».
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, expresó su «decepción» y «preocupación» por no haber llegado a un compromiso vinculante.
En cuanto a Juan López de Uralde, director de Greenpeace España, continúa detenido por haberse colado en la recepción que la reina Margarita daba a los participantes en la Cumbre y querer llamar la atención sobre la necesidad de llegar a un Acuerdo vinculante. euroXpress