La Conferencia, Cop 15, se va a desarrollar en el Bella Center que está un poco alejado del centro de la ciudad. Desde hace dos años se están realizando los preparativos, las emisiones contaminantes procedentes de este edificio durante la conferencia se compensarán con un proyecto climático en Bangladesh, por lo que se considera neutro en emisiones. El gobierno danés corre con todos los gastos de la organización, excepto una pequeña parte que pagará la ONU. Se espera la presencia además de los 15.000 delegados oficiales de un número parecido de representantes de ONG y activistas y unos 3.500 periodistas. Unos 350 voluntarios intentarán que todo funcione.

Además de las discusiones oficiales hay otras iniciativas paralelas como una cumbre mundial de alcaldes, una cumbre de niños de 42 países o la cumbre paralela Klimaforum 09, abierta según sus organizadores a «todos aquellos que están interesados en conseguir un futuro sustentable y socialmente más justo» en la que van a participar ONG, grupos indígenas, activistas y otros representantes de la sociedad civil.

El movimiento campesino internacional Vía Campesina, que convoca a cientos de millones de pequeños agricultores y campesinos de todo el mundo, estará presente para reivindicar que la agricultura sostenible a pequeña escala es la solución para salir de la crisis.

Alrededor de 100 campesinos procedentes de 30 países diferentes de África, Asia, Europa y América van a participar en las movilizaciones, talleres debates y protestas.

Entre otros actos han preparado:

10 de diciembre, vigilia a la luz de las velas en solidaridad con los campesinos víctimas del cambio climático, el comercio del carbón, los desalojos de tierras, por la reducción de emisiones procedentes de la deforestación y la degradación de la tierra, las semillas transgénicas y otras falsas soluciones.

13 de diciembre, acción y rueda de prensa sobre el tema «la agricultura industrial está friendo el planeta».

15 de diciembre, «Agricultura y clima: la solución de los pequeños agricultores»

15 de diciembre- Movilización masiva con el lema: «Cambie la forma de alimentarse no el clima»

Climate Justice Action, una plataforma que agrupa a más de medio centenar de organizaciones estará en Copenhague para presionar a los participantes en la COP 15 a firmar un tratado vinculante. Harán acciones de protesta, la más importante una el 12 de diciembre que coincidirá con otras en diversas partes del mundo.

En tren a Copenhague. Es el Climate Express, el tren del Clima, en el que una delegación de alto rango de la UE y representantes de organizaciones medioambientales sale este sábado desde Bruselas con paradas en Colonia y Hamburgo para terminar en Copenhague. Por el camino se realizarán mesas redondas, habrá música en vivo, reuniones informales y la ceremonia de entrega de mensajes escritos por ciudadanos de toda Europa en respuesta a la pregunta ¿Qué deberían hacer los gobiernos para combatir el cambio climático?, los recibirá la delegación que representa a la UE en la Conferencia del clima.

La rama alemana del grupo Acción para la Justicia Climática prevé interrumpir la Conferencia el 16 de diciembre irrumpiendo en el centro Bella donde se estarán desarrollando las negociaciones.

El 12 de diciembre se formará una marea azul, como millares de gotas de agua.

Si alguno de ustedes ha conseguido llegar a Copenhague no deje de visitar las exposiciones, una de ellas denominada «100 lugares para recordar antes de que desaparezcan» muestra hermosas fotografías de glaciares, el Amazonas o el Nyhavn, el puerto que bordea uno de los más famosos canales de la ciudad y que las previsiones indican que podría desaparecer si sube el nivel del mar. Otra es «Cool Globe Exhibition», 28 globos terráqueos de unos 2 metros de diámetro instalados cerca de las estaciones de metro, donde diferentes artistas han plasmado su visión del tema.

No hay que separarse del móvil, en cualquier momento se puede recibir un mensaje convocando para una manifestación relámpago.

Y hemos dejado para el final decir que el 13 de diciembre, domingo serán las comunidades religiosas las que harán repicar las campanas de las iglesias 350 veces para recordar que 350 partes por millón es el límite máximo seguro de dióxido de carbono en la atmósfera. No podemos resistir el impulso de decir: Por quién doblan las campanas, esta vez es por el planeta y sus habitantes. euroXpress