Las negociaciones en la Cumbre del Clima progresan muy lentamente advierte el secretario de la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático, Yvo de Boer, todavía queda por hacer «una enorme cantidad de trabajo» antes de que se pueda firmar un acuerdo final, ha dicho. Pero lo más curioso es que ni siquiera se sabe si habrá algo que firmar.
Tras la interrupción del lunes por los países en desarrollo, la presidencia de la Cop 15 decidió aceptar las exigencias del bloque G77 más China que quiere que haya dos discusiones que avancen en paralelo.
Un grupo que lideran Indonesia y Alemania estudiará mayores recortes en las emisiones de CO2 para los países desarrollados, según el protocolo de Kioto en vigor.
Otro grupo que encabezan Reino Unido y Ghana se concentrará en la financiación a largo plazo de proyectos para mitigar la acción del cambio climático en países pobres. China, el mayor emisor de gases de efecto invernadero y el mayor acreedor de deuda pública de EE UU, estaría en el grupo de recibir dinero y el Senado norteamericano no soporta la idea de dárselo.
Los intereses están muy alejados y continuamente aparecen borradores nuevos.
La Presidencia sueca de la Unión Europea y la Comisión Europea han dirigido una carta a los líderes mundiales recordándoles la necesidad de cerrar un acuerdo. El ministro sueco de Medio Ambiente, Andreas Calgren, ha asegurado que si China no varía su posición inicial, de reducción ligada al PIB, en dos años se comería" el esfuerzo de la UE de un 10% menos de emisiones.
Así las cosas han comenzado a llegar famosos, el gobernador de California, Arnold Schwarenegger, que quiere organizar una Conferencia del clima en su Estado, Al Gore o Daryl Hanna. En el Bella Center no se cabe y han decidido reducir los pases a las ONG. Este martes y el miércoles podrán acceder 7.000 delegados, el jueves 1.000 y el viernes que ya estarán todos los líderes políticos solamente 90. Más de 45.000 delegados se han acreditado para un recinto en el que caben 15.000.