Duelo de colosos en la Conferencia del Clima de Copenhague, China y Estados Unidos defienden sus intereses con el calentamiento global como telón de fondo.
El enfrentamiento más directo entre Estados Unidos y China es la financiación a los países en desarrollo para mitigar el efecto del cambio climático. Estados Unidos ha dicho alto y claro que no va a pagar ni un sólo dólar del dinero de sus contribuyentes a China. «El país cuyas emisiones están subiendo de manera radical, realmente radical, es China, que ahora es el que más contamina del mundo» comentó a su llegada a Copenhague el jefe de la delegación estadounidense, Todd Stern, encantado por primera vez en la historia de su país, probablemente, de que les quiten el primer puesto en algo.
Por su parte China, que ridiculiza el ofrecimiento de reducción de emisiones que ha hecho EE UU, necesita bajar sus emisiones o se asfixiarán directamente sus ciudadanos Y quiere cobrar por ello.
El país asiático se ha comprometido a rebajar entre un 40 y un 45 % su intensidad de CO2 por unidad de Producto Interior Bruto (PIB), respecto a 2005. Eso quiere decir, que si suponemos que el crecimiento económico chino no sobrepasa un 8% -cosa que ya ha superado con mucho desde 2005- los gases de efecto invernadero que arrojaría a la atmósfera habrían aumentado entre un 74 y un 100%. Por decirlo de otro modo, el objetivo de reducción que se fija China no hará sino duplicar sus emisiones a la atmósfera. Aunque ha adquirido otros compromisos, como la reforestación, que podrían ayudar.
Entre los dos gigantes están los pequeños países que sufren las consecuencias del cambio climático. El primer ministro de Tuvalu, Apisai Ielemia, reclama un compromiso firme de Copenhague. En la comisión de Desarrollo del Parlamento Europeo, que ha dedicado parte de su sesión de este jueves al efecto del calentamiento global en los pequeños Estados Insulares del Pacífico, pidió «esfuerzos y medidas concretas» a «todos», ya sean países industrializados, economías emergentes o países en desarrollo, para que «las emisiones globales se reduzcan lo más tardar en 2015» y se continúe después de esa fecha con «recortes continuos.»
El pequeño país ha roto una especie de tabú al pedir que China, India y Brasil, entre otros grandes países en desarrollo, acepten compromisos vinculantes en el futuro acuerdo.
Tuvalu, nueve atolones de coral en el Pacífico Sur y 11.000 habitantes, ya desarrolla programas de adaptación con la ayuda internacional y «trabaja para reducir sus emisiones, que son muy pocas en comparación con otros países.» El Primer Ministro ha dicho en el Parlamento Europeo «Lucharemos por conservar nuestro país, nuestra cultura y nuestra forma de vida. No vamos a estudiar ningún proyecto de emigración. Estamos convencidos de que se tomarán las medidas apropiadas para luchar contra el cambio climático, Tuvalu sobrevivirá.»