Desde primera hora de la mañana el ambiente echaba chispas, circulaba un documento supuestamente filtrado a la prensa por el gobierno danés que podría marginar a la ONU en el proceso negociador. En el borrador se trata la posibilidad de reducir las emisiones de CO2 en un 50% hasta 2050, tomando la referencia de 1990, teniendo en cuenta «una responsabilidad diferenciada y las posibilidades de los diferentes países». El primer ministro danés, Lars Rasmussen, negó que su país haya filtrado ningún borrador. Sin embargo señaló que en la sesión plenaria del día 12, Dinamarca podría presentar una propuesta de acuerdo si no hay avances sustanciales.
Y cómo todo son documentos que recorren los diferentes grupos, países de economías emergentes y en desarrollo entre ellos China, Brasil y Sudáfrica, han hecho circular otro en el que se pide que no se tomen medidas unilaterales bajo ningún pretexto.
Para que no falte de nada también hay diferencias entre los países en desarrollo, las pequeñas islas Estado y los países pobres de África más vulnerables al cambio climático exigen un tratado legalmente vinculante a lo que se oponen las economías emergentes que piensan que frenaría su desarrollo.
El negociador de Tuvalu, Ian Fry, lo ha dejado claro «Mi primer ministro y muchos otros jefes de Estado tienen la intención de venir a Copenhague a firmar un acuerdo legalmente vinculante.» Tuvalu es uno de los países más vulnerables al cambio climático.
Por su parte el representante de Bolivia, Pablo Romero, tachó de vergüenza los 10.000 millones de dólares hasta 2012 de los que habla la ONU añadiendo que «necesitamos ver el mismo esfuerzo que han hecho para salvar Wall Street y los bancos».
En cuanto a la reducción de emisiones, Brasil y otros países que no citó el embajador para el cambio climático Sergio Serra, piden entre el 25 y el 40 por ciento para 2020, respecto a 1990. Las Pequeñas islas Estado, un bloque de 43 países, abogan por un 45%.
El enviado especial de Obama, Tod Stern, aseguró que su país contribuirá a un fondo de países ricos para ayudar a los países en desarrollo a mitigar los efectos del cambio climático y dejó muy claro que China no va a estar entre ellos «No preveo que se vayan a dar a China fondos públicos, y de Estados Unidos seguro que no» y dejó bien claro que no están dispuestos a pedir perdón por haber contaminado «el sentimiento de culpa o las reparaciones, esto lo rechazo categóricamente» señalando a continuación que el país en el que crecen las emisiones dramáticamente es China, que ya ha adelantado a EE UU en la carrera de ser el país que más contamina.
Por su parte el negociador chino, Xie Zenhua, está siendo muy crítico con la oferta estadounidense de reducir sus emisiones en un 17%.