Copenhague, día 11: vigilia por el clima

Por una vez la vigilia no se refiere a una manifestación con velas organizada por los ecologistas, son los jefes de Estado y de Gobierno presentes en Copenhague que se van a pasar toda la noche trabajando si quieren tener algo que firmar este viernes, último día de la conferencia del clima de la ONU.

Unos 120 dirigentes mundiales han asistido a la cena de gala que ha presidido la reina Margarita de Dinamarca, después han vuelto al trabajo. Activistas de greenpeace vestidos de rigurosa gala han conseguido llegar hasta el Parlamento, donde se celebraba la cena para llamar la atención de los líderes y decirles en una pancarta lo que el mundo espera de ellos.

Activistas de Greenpeace, vestidos de gala y con unas pancartas en las que se lee los políticos hablan los líderes actúan
Activistas de Greenpeace con pancartas en las que se lee

Este jueves se ha vuelto a las mesas de negociación y el tono se ha animado cuando Estados Unidos se ha movido en el tablero, desde el primer día lo único que había dicho es que no le darían dinero a China.

Hillary Clinton ha asegurado, este jueves, que su país está de acuerdo en participar en un fondo de 70.000 millones de euros anuales a partir de 2020 para los países en desarrollo y también se suma a la financiación más inmediata (2010-2012) que propuso la UE. Ese dinero estará supeditado a la «transparencia» tanto en el manejo del fondo como a los esfuerzos que asuman los países emergentes y aquí es donde entra China en juego que no está dispuesta a que nadie mida los gases que emite a la atmósfera.

Tal y como está el panorama los ministros de medio Ambiente y ljefes de Estado y de Gobierno se han puesto a trabajar para poder cerrar algún acuerdo este viernes.

La situación del calentamiento global está en un punto tan crítico que no vale cualquier decisión ,una nota de la Secretaría de la Convención de la ONU, que se ha filtrado a la prensa, señala que los compromisos que se barajan no son suficientes, ya que en 2020 habrían excedido los límites seguros de emisión entre 2 y 4 mil millones de toneladas de gases de efecto invernadero al año. Eso supone «un camino insostenible que llevaría a... la temperatura a crecer en torno a los 3 grados», cuando los 2 grados se considera un punto de no retorno en el clima.

Los activistas no cejan en su empeño de hacer llegar a los líderes políticos el mensaje de que la sociedad civil espera de ellos una solución. El presidente de Greenpeace en España Juan López de Uralde y otros dos compañeros se han colado en la caravana de coches que llevaba a los invitados a la cena que la reina Margarita ofrecía esta noche. Han llegado a entrar en el Parlamento danés pero en cuanto han desplegado las pancartas la policía los ha sacado de allí.