Si ya era difícil encontrar una solución a la cuestión del cambio climático la ha complicado todavía más la organización. Los líderes mundiales han comenzado a llegar y la tensión se palpa en el ambiente. La policía danesa se está empleando a fondo y al menos unas 250 personas han sido detenidas cuando intentaban romper el cordón policial en los alrededores del Bella Center, donde se está celebrando la Conferencia. La estación de metro cercana está cerrada y un helicóptero sobrevuela el recinto.
Los negociadores dejan ver su pesimismo después de toda una noche de consultas que debía permitir a la presidenta de la Cop 15, Connie Hedegaard, ministra de medio ambiente de Dinamarca, redactar un borrador de acuerdo. No hay borrador y la presidenta de la conferencia ha tenido que renunciar a su cargo. Los mandatarios mundiales están adelantando su llegada y el primer ministro danés, Lars Loekke Rasmussen, ha tenido que tomar el relevo.
Lo más claro que hay hasta ahora es la oferta de la Unión Europea, 10.000 millones de dólares hasta 2012 para ayudar a los países más pobres a frenar el impacto del cambio climático.
Y en esto llegó Hugo Chávez, presidente de Venezuela, quien junto a su homólogo de Bolivia, Evo Morales, criticó el rumbo que está tomando la conferencia y al sistema capitalista culpable del cambio climático. «Si el clima fuese un banco ya lo estarían salvando» ha dicho Hugo Chávez.
Parece que la cumbre se encamina hacia un acuerdo político que asuma los grandes principios del calentamiento global, pero sin rozar siquiera alguna obligación jurídica, que se podrá acordar más tarde.