Esta mañana cuando los niños se dirigían al colegio judío Ozar Hatorah de Toulouse, un desconocido ha disparado «contra todo lo que tenía delante, niños y adultos, y los niños fueron perseguidos hasta el interior de la escuela» según ha explicado el fiscal de la República francesa, Michel Valet.
Según testigos presenciales, el atacante se dio a la fuga en una moto negra. El ministerio del Interior francés ha reforzado la vigilancia en todas las escuelas judías, que ya cuentan con protección.
Dos de los niños que han muerto son hijos del adulto que también ha fallecido y que era profesor en el colegio. La hija del director de la escuela ha resultado gravemente herida.
La forma de operar ha recordado a la que utilizó la pasada semana un hombre que mató a tres militares e hirió gravemente a otro en la misma región. El individuo circulaba en una moto oscura. El arma que se ha utilizado en ambos ataques podría ser la misma. Las víctimas en este caso no se conocían entre sí y fueron disparadas en lugares diferentes. Uno de ellos era un suboficial de 30 años, los otros dos eran soldados y les disparó a sangre fría el pasado jueves un hombre que circulaba en una moto.