La mayoría de los cuerpos que flotaban en las aguas del Queiq presentaban señales de tortura y las manos atadas. Signos evidentes de haber sido ajusticiados, según han corroborado distintos grupos opositores. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha precisado que la mayor parte de los cadáveres tenían disparos en la cabeza y que las edades de las víctimas oscilaban entre los 20 y los 30 años.
Es una muestra de lo que ha lamentado el mediador de la ONU y de la Liga Árabe, Lajdar Brahimi, «el horror en Siria ha alcanzado niveles sin precedentes. «Siria está siendo destruida. Saben que a veces digo y, claro, los dos bandos se enfadan conmigo cuando lo hago, que objetivamente los dos están cooperando para destruir Siria». A pesar su imposibilidad para mediar con las partes, no tiene previsto dimitir.
Este lunes, en París, la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (CNFORS), principal organización política de la oposición siria, ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que les entregue armas y una ayuda de unos 371,6 millones de euros. El vicepresidente de la organización, Riad Seif, ha subrayado que la situación es "urgente" y ha explicado que, sin esos medios, es imposible formar un Gobierno de transición, uno de sus principales objetivos en estos momentos.
Mientras, en Kuwait, la ONU busca fondos para paliar el sufrimiento de los ciudadanos sirios. En la Conferencia Internacional de Donantes se ha recaudado 1.500 millones de dólares. En la capital kuwaití el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha instado a todas las partes enfrentadas, «en particular al Gobierno», a que pongan fin al conflicto armado sirio «en nombre de la humanidad». «Hago un llamamiento a que pongan fin a las muertes en nombre de la humanidad, a que detengan las muertes y la violencia». Desde Facebook ha respondido el jefe de la coalición opositora siria, Ahmed Moaz al Jatib, que se ha declarado dispuesto a negociar, bajo condiciones, con representantes del régimen. En un texto colgado en su página de Facebook anuncia que «que estoy dispuesto a negociaciones directas con representantes del régimen sirio en El Cairo, en Túnez o en Estambul», y pone como condición previa la liberación de las personas detenidas durante la revuelta contra el régimen iniciada hace casi dos años.
Uno de los incondicionales de Bachar al Asad sorprendía esta semana por desmarcarse de la postura oficial mantenida por Rusia hasta ahora. El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, en unas declaraciones a la cadena CNN, decía que «cada día, cada semana y cada mes (que pasan) las posibilidades de que (Assad) se mantenga son cada vez menores». Unas palabras que han causado controversia en su país. La televisión RT, destacaba de esa misma entrevista que "la reconciliación en Siria es la prioridad para la comunidad internacional".
Al menos 60.000 personas han perdido la vida en el conflicto sirio desde marzo de 2011 hasta noviembre de 2012, de acuerdo con los últimos datos de la ONU.
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