Condena generalizada al régimen sirio

La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, ha exigido de nuevo al régimen de Bashar al Assad que ponga fin a la violencia contra su pueblo, que libere a todos los presos políticos y que los autores de las muertes sean llevados ante los tribunales.

El Gobierno español ha condenado este lunes la «violenta represión» que se está llevando a cabo. Incluso el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, apoya la resolución que varios países europeos han presentado ante la ONU contra Siria. Centenares de ciudadanos siguen cruzado la frontera con Turquía en una huída desesperada.

Unos hombres instalan tiendas de campaña en un campamento de refugiados
Campamento de refugiados en Boynudogru (Turquía)

Centenares de sirios han cruzado este lunes la frontera con Turquía han sido dirigidos hacia el cuarto campamento instalado para acogerlos. En Turquía hay ya más de 7.000 refugiados. «El ministerio de Asuntos Exteriores español pide que cese la represión de forma inmediata y que el gobierno sirio permita el acceso de las organizaciones humanitarias internacionales a su territorio». El comunicado añade que España apoya las medidas que se están realizando en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para obtener una resolución condenatoria contra la actuación del régimen sirio.

Tropas sirias arrestaron este lunes a cientos de personas, hombres de entre 18 y 40 años sobre todo, en aldeas cercanas a Jisr al-Shughour, después de que el ejército recuperara el control de la ciudad fronteriza en la que se han desarrollado numerosas protestas.Tropas, tanques y helicópteros participaron en el asalto a la ciudad.

Por su parte, el primer ministro turco se ha mostrado dispuesto a apoyar el proyecto de resolución contra el régimen sirio. Rusia y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, podrían bloquear el documento así como India, brasil y Sudáfrica, representantes temporales.

Al menos 1.289 civiles y 336 miembros del ejército y de la policía han muerto desde el inicio de las revueltas populares.