El comisario de Medioambiente, Janez Potočnik, ha dicho que «moral y económicamente es inaceptable y espantoso pensar en la cantidad de recursos que se necesitan para producir casi 90 millones de toneladas de comida, muchas de las cuales al final acaban en la basura». Entre las preguntas que se realiza a todas las partes implicadas, destacan los interrogantes sobre cuáles son las prioridades, como medir el impacto de la producción alimenticia y como fomentar cadenas de producción y distribución más sostenibles.
De momento la Comisión va a dejar pasar el verano. Y a partir del 1 de enero abrirá la consulta popular cuyos resultados se presentarán antes de finalizar el año. Hace dos año, la Comisión adoptó la «hoja de ruta sobre los recursos de una Europa eficiente», que busca medidas para incentivar una producción y un consumo de alimentos sanosy sostenibles. La CE quiere que antes de 2020 se reduzca a la mitad el desperdicio de alimentos comestibles.
Desde hace unos meses funciona la web «Piensa, compra, cocina, come. La comida no se tira» que tiene como objetivo concienciar a los ciudadanos sobre la necesidad de reducir los residuos, especialmente los alimentos que se pierden o se tiran a lo largo de la cadena alimenticia. En definitiva, ofrece buenas prácticas para modificar los hábitos de los ciudadanos y sirve de intercambio de opiniones.