En un debate celebrado con el Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, los líderes locales y regionales pusieron de relieve la necesidad de coordinar mejor las políticas económicas de los Estados miembros y el papel de la nueva política de cohesión de la UE para ayudar a recuperar la confianza de los ciudadanos en Europa. La Comisión Europea, los gobiernos nacionales y las autoridades locales y regionales deben ahora unir sus esfuerzos para asegurar una rápida ejecución de las nuevas inversiones de cohesión y permitir a las ciudades y regiones desempeñar su papel de generación de empleo y crecimiento en beneficio de todos los ciudadanos.
En el contexto del nuevo período de programación de los fondos de cohesión, de la revisión intermedia de la Estrategia Europa 2020 y de las próximas elecciones europeas, el Presidente del CDR, Ramón Luis Valcárcel, inauguró el jueves el primer Pleno del CDR del año expresando su esperanza de que 2014 sea «un año de recuperación». Señaló: «me complace ver que el Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento para 2014 de la Comisión menciona por primera vez a los entes locales. Sin embargo, los programas nacionales de reforma puestos en marcha por algunos Estados miembros no tienen suficientemente en cuenta las diferencias entre las regiones y ciudades de la UE. Por esa razón, nuestra sexta Cumbre Europea de Regiones y Ciudades, que se celebrará en marzo en Atenas, será la ocasión de lanzar el mensaje de que es necesario revisar la estrategia de la UE para orientarla más hacia el crecimiento y la creación de empleo.»
Haciendo hincapié en que «la confianza será la tónica de este año», la vicepresidenta primera del CDR, Mercedes Bresso, señaló la relación directa existente entre la recuperación de la confianza en la UE por parte de los ciudadanos y la gobernanza económica: «Como miembros de las instituciones europeas, tenemos el deber de responder a la falta de confianza de los ciudadanos en Europa. Para ello, Europa tiene que pisar el acelerador económico, en particular mediante una mayor coordinación en materia de gobernanza económica. También hay que asegurarse de que el Pacto de Estabilidad no impida a las ciudades y regiones invertir eficazmente en crecimiento, y garantizar que la recuperación económica será benéfica igualmente para todos los ciudadanos.» En una línea similar, el Presidente Barroso hizo hincapié en la conexión entre la confianza y el logro del crecimiento: «Hemos trabajado seriamente para restaurar la confianza, sobre todo la confianza del mercado. Hemos sembrado las semillas de la recuperación económica, pero eso está lejos de ser suficiente. Aún tenemos que dar más esperanzas a nuestros ciudadanos sobre nuestro futuro europeo común. La mejor forma de hacerlo es conseguir los resultados tangibles que esperan y merecen.»
En referencia a las próximas elecciones europeas, el presidente del Grupo de los socialistas del CDR (PSE), Karl-Heinz Lambertz, lanzó una advertencia ante el aumento de las tendencias populistas: «Los cimientos del proyecto europeo están siendo puestos en tela de juicio por un debate exagerado y a menudo vicioso sobre la emigración, y, haga lo que haga, la Comisión no puede complacer a todas las partes. Sin embargo, tiene que hacerse. Todos tenemos que argumentar en favor de Europa e informar a nuestros ciudadanos para asegurarnos de que no ganen aquellos que plantean respuestas extremas o engañosamente simples.»
Refiriéndose a la aplicación de la reforma de la política de cohesión de la UE, Michael Schneider, presidente del Grupo del PPE del CDR, expresó su preocupación por el hecho de que en algunos Estados miembros «está lejos de ser evidente que los entes locales y regionales participen en el diseño y aplicación de los acuerdos de asociación», y pidió al Presidente Barroso que se asegure de que las ciudades y las regiones estén en la mesa a la hora de programar y distribuir los fondos. En su respuesta, el Presidente Barroso mencionó que, efectivamente, había recibido quejas de autoridades regionales en relación con la distribución de los fondos entre las regiones y la insuficiente participación de las regiones y ciudades en el ejercicio de programación. Señaló, sin embargo, que «la Comisión no puede interferir en la distribución de fondos y solo puede instar a los Estados miembros a que involucren a los entes locales y regionales».
El presidente del Grupo ALDE, Bas Verkerk, insistió en la necesidad de fortalecer el papel de los fondos estructurales asegurándose de que los Estados miembros tengan una capacidad de absorción completa. «También celebramos la aprobación de un código de conducta europeo sobre los acuerdos de asociación que garantice que el dinero se gasta adecuadamente», agregó. Uno Silberg, presidente del Grupo de la Alianza Europea del CDR, expresó su preocupación por las demoras en la ejecución de los programas operativos: «Tras la adopción del nuevo marco financiero plurianual, ahora es el momento de pasar rápidamente a la fase de ejecución de los nuevos programas e iniciativas. Las próximas elecciones europeas no deben ser una excusa para retrasar las acciones necesarias para hacer frente a los desafíos sociales, económicos y medioambientales de la UE.»
En representación de los Conservadores y Reformistas Europeos (CRE), Kay Twitchen Obe subrayó la necesidad de aumentar la eficiencia de las instituciones de la UE, en particular mediante la reducción de las cargas administrativas, en aras del buen funcionamiento de la UE: «De esa forma podremos ayudar a convencer a los ciudadanos que vayan a votar en mayo de que la UE no es el problema, sino en gran parte la solución». En su respuesta, el Presidente Barroso subrayó que «la reducción de la burocracia ha sido una prioridad, y aún puede hacerse más para reducir las cargas, pero este no puede ser el motivo para atacar a Europa». NP de Comité de las Regiones