Ministros y altos representantes de gobiernos, la industria pesquera, comunidades costeras, la comunidad científica y la sociedad civil participan en la Cumbre sobre la acción oceánica global para la seguridad alimentaria y el crecimiento azul, que pretende atraer la atención mundial y mayores inversiones para abordar las tres principales amenazas a la salud y la seguridad alimentaria de los océanos: la sobrepesca, la destrucción del hábitat y la contaminación. La Cumbre culminará con una Mesa redonda de alto nivel el jueves 25 de abril.
«Es necesaria una acción urgente conjunta de la comunidad internacional para hacer frente a las amenazas que se ciernen sobre nuestros océanos», ha asegurado Sharon Dijksma, ministra de Agricultura de los Países Bajos y anfitriona de la cumbre. «Deben identificarse –ha añadido- innovaciones locales para equilibrar la ecología y la economía en el mar que se hayan puesto en práctica en otras regiones. La Cumbre sobre acción oceánica global en La Haya ofrece la oportunidad de mejorar la situación».
El 17 por ciento de la ingesta mundial de proteína animal procede de la pesca y la acuicultura, y se espera que la demanda de proteínas de pescado se duplique en los próximos 20 años. Sin embargo, alrededor del 28 por ciento de las poblaciones mundiales de peces se encuentran ya sobreexplotadas. Al mismo tiempo, el cambio climático amenaza la biodiversidad, alterando los hábitats y la productividad de nuestras pesquerías.
«Unos océanos sanos tienen un papel clave en la solución de uno de los mayores desafíos del siglo XXI: cómo alimentar a 9.000 millones de personas en 2050», afirma Arni M. Mathiesen, Director General Adjunto de Pesca y Acuicultura de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). «Sin embargo, tenemos que actuar ahora con la rapidez y amplitud necesarias para afrontar los retos que se nos presentan, uniendo fuerzas con todos los interesados, promoviendo asociaciones y estimulando el crecimiento sostenible», ha añadido.
Asisten a la Cumbre más de 500 delegados, entre ellos cerca de 60 ministros, presidentes de empresas y líderes de la sociedad civil. Ha sido organizado conjuntamente por el Banco Mundial, la FAO y los gobiernos de Granada, Indonesia, Mauricio, Noruega y EEUU.
Encontrar el equilibrio
La Cumbre se centrará en algunas de las causas subyacentes que han llevado a la sobrepesca, el aumento de la contaminación marina y la pérdida de hábitats de gran importancia, así como en las posibles soluciones. Ello significa equilibrar la creciente demanda con la necesidad de conservación de las áreas marinas; abordando la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) en alta mar y dentro de las zonas económicas exclusivas nacionales; y garantizando que el crecimiento del sector privado no se produce a expensas de la protección de los medios de subsistencia de las comunidades locales.
«Existen soluciones que equilibran las exigencias ecológicas y económicas en los océanos», señala Juergen Voegele, Director de Agricultura y Servicios Ambientales del Banco Mundial, uno de los organizadores del evento. «Tenemos la oportunidad de alinear todos nuestros esfuerzos y aportar soluciones a escala local. Con alianzas público-privadas y enfoques compartidos podemos restablecer la salud de los océanos y proporcionar alimentos y puestos de trabajo para las comunidades en todo el mundo».
En la búsqueda de soluciones se hará también hincapié en los mecanismos de financiación y las estructuras de gobernanza necesarias para garantizar que las actuaciones tengan el impacto y la duración necesarios para dar respuesta a las demandas globales. Entre las estrategias analizadas, se pondrá énfasis en las alianzas inclusivas que reúnen a los actores públicos, privados, comunitarios y de la sociedad civil.
Crecimiento azul
Resultado de la Conferencia Río+20 de 2012, la economía azul abarca los alimentos, el empleo y las oportunidades para el desarrollo que proporcionan los activos de los océanos y las costas. El crecimiento azul hace hincapié en la conservación y gestión sostenible de los recursos acuáticos y los beneficios equitativos para las comunidades costeras que dependen de ellos.