La nueva legislación reduce no solo las emisiones de azufre, sino también la de las partículas. La directiva que ha entrado en vigor este lunes se rige por las normas que ha elaborado la Organización Marítima Internacional (OMI).

Se reduce progresivamente el contenido máximo de azufre de los combustibles que se utilizan en los barcos del 3,5 % actual al 0,5 % en enero de 2020. En algunos ecosistemas frágiles, como el Mar Báltico o el mar del Norte que incluye al Canal de la Mancha, el contenido máximo de azufre se reducirá antes, en 2015 será ya del 0,1 %.

La UE dará ayudas para los proyectos más ecológicos de navegación. Los Estados miembros deberán ahora transponer esta normativa a su legislación para que en 2014 lo más tarde esté modificada.

Los buques suelen utilizar fuelóleos pesados que pueden tener un contenido en azufre de hasta un 5 %, mientras que los combustibles que utilizan los camiones o los turismos no puede ser superior al 0,001 %. Las emisiones de dióxido de azufre son las causantes de la lluvia ácida y generan un polvo fino muy peligroso para la salud. Provoca enfermedades respiratorias y cardiovasculares.