Estas empresas abonan anualmente por el gas que precisan para realizar su producción (el 25% del consumo total nacional) 3.000 millones de euros, que suponen hasta el 80% de sus costes de fabricación.
Hace un mes, el Gobierno presentó su propuesta de retribución elevando el impacto anual a la cogeneración hasta más de 1.000 millones anuales -32% de los ingresos-, dejando al sector en pérdidas operativas. El anuncio condujo a que parara gradualmente hasta el 40% del sector para evitar mayores pérdidas.
Ahora, la CNMC, siguiendo la regulación del Gobierno, retrasa los pagos de las facturas de venta de electricidad a los cogeneradores, haciendo imposible que estos puedan pagar a sus suministradores, principalmente de combustibles -gas natural, fuel, biomasa...-, colocando así al sector a las puertas de un colapso total que arrastrará a la producción industrial y al empleo asociado.
El único ingreso recibido por la electricidad vendida en lo que va de año, ha sido la cuarta parte de su retribución de enero. La CNMC comunicó el 14 de marzo que aplicaba súbitamente un coeficiente de cobertura de sólo el 25,5% a las liquidaciones pendientes del mes. Es decir, de la parte que abona la CNMC a la cogeneración por la electricidad vendida al sistema, en enero sólo se ha cobrado el 25% (ahora, tras 45 días de plazo preceptivo).
El sector no sabe cuándo le pagará la CNMC el restante 75%, algo que según los plazos legales podría alargarse meses o incluso años. Para un cogenerador, que tiene que pagar todos los meses las facturas de gas con las que fabrica electricidad y calor para su uso en la producción industrial, esta situación provoca tensiones vitales en la tesorería de su industria y de su planta de cogeneración.
La CNMC comunicó, en nota de prensa el pasado 18 de marzo: «Con el objetivo de reducir el impacto que tiene este cambio normativo sobre la situación financiera de los agentes implicados, con esta liquidación la CNMC enviará a todos ellos un certificado donde se reconoce la cuantía devengada por cada uno de los sujetos del sistema de liquidaciones. De esta manera, se atiende la petición efectuada por las organizaciones de energías renovables, cogeneración y tratamiento de residuos, que reclamaban un documento acreditativo de la totalidad de los pagos vencidos del periodo (cuantía devengada) para minimizar el impacto del cambio normativo.»
Pese a esta comunicación, la CNMC dice ahora que no tienen previsto emitir ningún tipo de certificado, que únicamente acompañan la factura con un estadillo donde se refleja el 100% de la liquidación. Este estadillo no le sirve a las empresas para acreditar o garantizar la deuda pendiente de la CNMC.
La CNMC cumple así con la regulación que promulgó el Gobierno para la estabilidad económica del sistema eléctrico y ahora exige a las industrias cogeneradoras que financien los desajustes del sistema eléctrico.
Pero el problema con los pagos de enero, lejos de remitir parece que se mantendrá en los próximos meses. Para las liquidaciones de febrero, es previsible -de acuerdo a los históricos de otros años, ya que no se ha comunicado nada oficialmente-, que los pagos de la CNMC sigan siendo menores del 50% de las facturas, cubriendo progresivamente mayores cotas para el verano y final de año, pendiente todo ello de cómo vayan los ingresos y costes eléctricos regulados. Los directores financieros de las cogeneraciones e industrias asociadas se afanan en plantear escenarios sin información oficial ni de las cantidades a pagar ni por cuánto tiempo.
La tensión es máxima en empresas que han recibido avisos de sus proveedores de combustibles anunciando que si no proceden al pago cortarán de inmediato los suministros, dada la total incertidumbre y retrasos en la reforma energética. Las compañías industriales y sus cogeneraciones están buscando el apoyo de sus sociedades matrices, bancos, comercializadores de gas, etc. Sin el suministro de combustibles no podrán seguir cogenerando, es decir, fabricando.
Los comercializadores de gas/proveedores de combustible comparten su preocupación con las industrias en lo que numerosas empresas que pertenecen a la Asociación Española de Cogeneración (Acogen) han definido como momento de máxima tensión. La situación es de total incertidumbre con un creciente número –hasta el 40%- de plantas paradas: en marzo la producción de electricidad en cogeneración ha bajado un 35% (REE) frente al mismo mes de 2013.
Para Javier Rodríguez, director general de Acogen «es increíble que no se hayan previsto los graves perjuicios a los que abocan estos impagos del Gobierno, sin promover medida alguna para mitigarlos o gestionarlos. Si alguien piensa que la industria manufacturera puede financiar al sistema eléctrico es que desconoce la situación de la economía real: tras más de seis años de crisis luchando por producir, exportar y mantener el empleo, estos impagos suponen la puntilla final para muchas empresas».