Warner reconoce que no se había dado cuenta, el informe del FMI es del mes pasado, envuelto por el lenguaje diplomático, cordial y complaciente, normal en estos informes. Pero una vez que alguien le hizo caer en el fondo del asunto leyó con más atención y llegó a la conclusión de que lo que dice exactamente es que España está al borde del crack.
Deja claro que en el pasado el FMI ha sido demasiado optimista en sus análisis de la situación española, tanto en las perspectivas de crecimiento como de las finanzas públicas por lo que ahora podría estar dejándose llevar por todo lo contrario. Aunque en definitiva, dice, a España la persigue su deuda.
Recuerda que la UE aseguró que el último rescate era el de Grecia y luego vino Chipre. También que el BCE ha prometido poner en funcionamiento la máquina de hacer dinero, pero España necesitaría tanto que va a ser difícil salvarla.