El gobierno español quiere demostrar la viabilidad del coche eléctrico como nuevo modelo de transporte y va a aprovechar el semestre español de presidencia de la UE para promocionarlo entre sus socios europeos.
Como experiencia piloto, el proyecto Movele, que se ha presentado en Madrid, por el que 2000 vehículos de este tipo circularán por las calles de Madrid, Barcelona y Sevilla antes de que acabe 2010. Los alcaldes de las tres ciudades y el ministro de Industria han firmado hoy los protocolos para establecer 500 puntos de recarga, el gran obstáculo para su introducción definitiva.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, ha dicho que con el paso dado hoy se dibuja un importante trazo del futuro de la movilidad en las ciudades europeas. El transporte es el gran contaminante y los vehículos eléctricos vienen a cambiar el modelo de desarrollo económico.
Las perspectivas de su implantación en España son apabullantes. Si todos los vehículos fueran eléctricos, las importaciones de petróleo se reducirían a la mitad y el déficit comercial, un 25%. Se ahorrarían 11.000 millones de euros en factura energética, o lo que es lo mismo, 81 millones de toneladas de CO2, o aún dicho de otra forma, sería como plantar 2.000 millones de árboles.
Para que no sólo sea cantar las bondades del producto, el gobierno pone sobre la mesa 8 millones de euros en ayudas directas a la compra. Los ayuntamientos harán bonificaciones en los impuestos locales y, en el caso de Madrid, no se cobrará a los coches eléctricos por aparcar en las zonas de estacionamiento regulado. euroXpress