Bruselas propone reducir en cuatro decibelios los límites aplicables a coches, camionetas y autocares y en tres, los de camiones. La reducción se haría en dos fases. La primera, una vez que el Parlamento Europeo y el Consejo aprueben la normativa; y la segunda, tres años después.
La legislación comunitaria al respecto data de 1996, cuando la densidad del tráfico y sus emisiones de ruido eran considerablemente más bajos que en la actualidad. «Nuestra propuesta conseguirá vehículos más silenciosos en las carreteras y un medio ambiente más saludable», ha dicho el comisario de Industria, Antonio Tajani.
Reducir el ruido del tráfico en un 25%, en su opinión, no solo es un tema de salud, también de negocio para la industria, porque implica elaborar reglas internacionales, «que facilitarán a los fabricantes europeos vender coches fuera de la UE».
La propuesta de la Comisión incluye nuevos test más eficaces para medir las emisiones de ruido y que los vehículos eléctricos o híbridos dispongan de dispositivos para mitigar el sonido y alcanzar una armonización en la tecnología aplicada, lo cual «reforzará la seguridad en carretera y contribuirá a evitar daños provocados por accidentes de circulación», según Bruselas.