Usar el transporte público, el coche compartido o desplazarse a pie o en bici son hábitos que sólo una pequeña parte de la población europea mantiene, si no es por necesidad. Conseguir que los habitantes de las ciudades los asuman en su vida diaria y se olviden del coche privado es el objetivo de la Semana de la Movilidad, que promueve la Comisión Europea y que se celebra entre el 16 y el 22 de septiembre.
Se trata de que el público acceda a formas alternativas de transporte y los ayuntamientos prueben nuevos servicios o infraestructuras. El acontecimiento estrella es el «día sin coches», que cada año fracasa por la poca participación ciudadana.
Formalmente la campaña tiene más éxito en cada edición. En 2008 se sumaron localidades en las que viven 220 millones de personas de 39 países. Sin embargo, el uso del coche no ha disminuido en los grandes núcleos de población.
En esta ocasión se busca la concienciación sobre el cambio climático, también desde las ciudades, ya que en diciembre se celebra la Conferencia de la ONU que debe renovar los acuerdos de Kyoto. Se calcula que el 70 % de la población es urbana y el transporte es el culpable de la tercera parte de la contaminación atmosférica, de modo que algo tienen en su mano los habitantes de las ciudades y sus gobernantes.
El comisario europeo de Transportes, Antonio Tajani, ha anunciado un plan de acción con el que quiere dar a los ayuntamientos herramientas para ayudar a luchar contra el cambio climático y conseguir una movilidad urbana más sostenible. euroXpress
Sitio web de la Semana Europea de la Movilidad