Según la organización Amnistía Internacional en 2011 el número de países en los que se aplicó la pena de muerte se redujo a la vez que, de forma paradójica, los que la aplicaron ejecutaron a muchas más personas. En el Día Internacional y Europeo contra la pena de muerte, la UE y el Consejo de Europa reiteran sus esfuerzos para promover la abolición en Europa y en todo el mundo.
En los últimos 15 años no ha habido ninguna ejecución en la UE, según la Alta Representante de Política Exterior, Catherine Ashton y el secretario general del Consejo de Europa, Thorbjorn Jagland, que han aplaudido la «tendencia abolicionista mundial», aunque han mostrado su preocupación por «el incremento agudo en las ejecuciones en los últimos doce meses en algunos países».
La UE y el Consejo de Europa han animado a todos los países europeos que no han abolido la pena de muerte 'de jure' en todas las circunstancias a que lo hagan, ratificando los protocolos relevantes de la Convención Europea de Derechos Humanos. Así mismo instan a Bielorrusia, «el único país europeo que todavía ejecuta a gente», a introducir una moratoria «con vistas a su abolición completa».
En el comunicado conjunto de los dos organismos europeos se insiste en que «la pena capital es inhumana e innecesaria», y se afirma que la experiencia demuestra que no sirve para disuadir de cometer crímenes. «Ningún sistema legal es perfecto. Cualquier error de la Justicia lleva a la pérdida trágica de vidas inocentes».
Amnistía Internacional (AI), por su parte, llama la atención sobre el «alarmante índice de ejecuciones» en los países que aplican la pena de muerte. En 2011, el número de países en los que se ejecuta a las personas se redujo, aunque los que han continuado aplicando la pena máxima, aumentaron la cantidad «a un ritmo alarmante».
Al menos 676 personas fueron ejecutadas en 20 países en 2011, sin contar a China que esos datos los considera «secreto de Estado» y es imposible conocerlos.
Según el informe de seguimiento de AI, sólo en China se ejecutaron a «miles de personas» en 2011 y en oriente Próximo el número se incrementó «casi en un 50 %». Los cinco países en los que más personas se ejecutan son Arabia Saudí, China, Corea del Norte, EEUU, Irak, Irán, Somalia y Yemen, y los métodos utilizados van desde la decapitación y el ahorcamiento hasta la inyección letal y el fusilamiento.
El único país del continente americano en el que se realizaron ejecuciones el año pasado fue Estados Unidos, en Europa, el único Estado que la aplicó fue Bielorrusia.
Los motivos son variados y algunos no son considerados siquiera delitos en otros países. En Irán, por ejemplo se puede condenar a muerte por adulterio, sodomía o apostasía religiosa.
A finales de 2012 se examinará y se someterá a votación en la Asamblea General de la ONU una cuarta resolución sobre una moratoria a la pena de muerte como un nuevo paso en el camino hacia su abolición.
Todavía quedan 58 países en el mundo en los que se condena a esa pena, lo que significa, según AI, que más de 20.000 personas en el mundo están esperando a que las ejecuten.
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