En el proyecto Melonomics, puesto en marcha por la fundación Genoma España, han participado nueve centros de investigación con el apoyo de cinco empresas de cinco comunidades autónomas.
Los resultados muestran que el melón tiene un genoma de unos 450 millones de pares de bases y 27.427 genes, mucho mayor que su pariente más cercano, el pepino, que tiene 360 millones de pares de bases.
«Hemos identificado 411 genes en el melón que pueden tener la función de proporcionarle resistencia a enfermedades. Son muy pocos y, a pesar de ello, el melón tiene una gran capacidad de adaptación a diferentes ambientes», destaca Pere Puigdomènech, uno de los investigadores que han dirigido el trabajo. Al comparar durante el estudio el genoma del melón con otros cercanos filogenéticamente, se ha observado cómo se realizan los cambios en el genoma de estas especies conocidas por su gran variabilidad.
Oto aspecto interesante es la maduración de la fruta, durante la cual se definen el gusto y el aroma. Los investigadores han identificado hasta 89 genes relacionados con algunos de estos procesos.
Jordi García Mas, otro de los investigadores que ha liderado el proyecto señala que «el conocimiento del genoma y de los genes relacionados con características de interés agronómico permitirán avanzar en la mejora genética de esta especie para producir variedades más resistentes a plagas y con mejor calidad organoléptica».
El investigador detalla que el melón es una especie de gran interés económico, especialmente en países del Mediterráneo, Asia y África. «Las enfermedades que le afectan , como el virus del mosaico del pepino o los hongos, pueden causar importantes pérdidas económicas. Por tanto, se espera que la secuenciación del genoma tenga gran impacto económico al mejorar este cultivo».
La producción de melón a nivel mundial es de 26 millones de toneladas al año. España, es el quinto productor mundial y exporta un tercio de su producción anual, lo que le convierte en el primer exportador del mundo.