En un breve comunicado, el ejecutivo de Nicosia comunica su decisión de pedir el rescate bancario a los miembros de la eurozona para «contener los riesgos» de un contagio de los efectos que tiene sobre su sector financiero su gran exposición a la economía griega. La quita de la mitad de la deuda pública griega en manos privadas repercutió directamente sobre la banca chipriota.
El anuncio coincide con la rebaja de calificación de la deuda chipriota que ha hecho la agencia de rating Fitch, desde BBB a BB+ con perspectiva negativa, es decir, bono basura. La agencia considera que las necesidades de la banca chipriota serán más altas de las reconocidas hasta ahora.
Lo reconocido oficialmente sñala al Cyprus Popular Bank, que afectado por su exposición a la deuda griega, necesitaría 1.800 millones de euros, equivalentes al 10% del PIB de la isla, antes del próximo 30 de junio, fecha en la que concluye el proceso para la recapitalización del sistema bancario del país. Sin embargo, Fitch considera que la segunda entidad financiera, Laiki Popular Bank, necesitará una inyección de capital de hasta 4.000 millones.
La agencia de calificación de riesgos desconfía de que Chipre pueda cumplir su objetivo de reducir el déficit al 3%. El Banco Central de Chipre calcula que la economía chipriota sufrirá una contracción del 1,1% este año y el paro, en niveles mínimos antes de la crisis, está ahora en el 10%. A finales del año pasado, el gobierno de Nicosia ya pidió un crédito bilateral a Rusia por valor de 2.500 millones de euros.
En estas circunstancias, Chipre asume la presidencia semestral de la UE el próximo 1 de julio. Aunque las presidencias rotatorias han dejado de tener un papel sustancial en la marcha de los asuntos europeos, sí es importante la fortaleza del país a la hora de ejercer una esencial labor de mediación entre los 27.
Los objetivos anunciados de la presidencia chipriota suenan vacíos a la vista de la situación del país y de la eurozona. Se persigue una Europa más eficaz y sostenible, con una meta de crecimiento económico, importante para los ciudadanos, con solidaridad y cohesión social y más próxima a sus vecinos.