Chipre: la ciudad de Famagusta quiere dejar de estar escondida

Una ciudad fantasma

Famagusta era la tercera ciudad de Chipre y su principal puerto hasta que en 1974 fue invadida por Turquía. Desde entonces permanece suspendida en el tiempo.

Ocupada por la arena y la destrucción: una ciudad fantasma como reza el título de la exposición que se ha inaugurado este lunes en Madrid.

Alexis Galanos, alcalde de Famagusta, ha venido a Madrid a presentar la exposición y a hablar de sus habitantes esparcidos por el mundo pero que se siguen considerando ciudadanos de la ciudad que tuvieron que abandonar y que le eligieron por votación para que desde detrás de las alambradas saque a la ciudad de la arena y la vuelva a la vida.

terraza de playa con sillas y mesas abandonadas
Famagusta/Imagen:Prensa República de Chipre

La ciudad fue fundada en el siglo XVI A.C. con el nombre de Engkomi. Más tarde fue Salamina, Arsinoe, Constantia... hasta llegar a ser Famagusta que en griego quiere decir escondida en la arena por las muchas playas que hay en la zona. Su alcalde, Alexis Galanos, dice con un amargo sentido del humor, que no quiere pasar a estar «escondida bajo la alfombra».

En 1974, el ejército turco invadió una parte de Chipre. Los habitantes de la ciudad la abandonaron precipitadamente convirtiéndose en refugiados en su propio país. Famagusta fue saqueada y abandonada de nuevo por los invasores. Varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y un acuerdo alcanzado en 1979 por ambas partes dicen que debe ser ocupada por sus antiguos residentes, pero ahí sigue vacía. No pertenece ni a grecochipriotas ni a turcos, está en tierra de nadie, patrullada por algunos cascos azules de la ONU.

El alcalde, Alexis Galanos, ex presidente del Parlamento de Chipre, denuncia con esta exposición la situación de abandono en la que se encuentran los hoteles que un día albergaron a los turistas, las ruinas arqueológicas, los edificios históricos, las iglesias góticas, los museos, las casas y las tiendas.

Hace tres años recogieron 32.000 firmas que fueron enviadas al Parlamento Europeo y al Congreso de Estados Unidos reclamando la devolución de la ciudad. Galanos piensa que en un plazo de diez años la ciudad podría estar reconstruida. Pide a la UE una mayor implicación, puesto que Chipre,dice «es una cuestión europea» y Turquía aspira a pertenecer a la Unión.