Después de desbancar a Japón del puesto de segunda economía del mundo, China logra ahora otro hito: desplazar a Gran Bretaña como quinto mayor proveedor de armas del planeta. En un nuevo estudio divulgado esta semana el Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo (Sipri, por sus siglas en inglés) señala que «esta es la primera vez que China está entre los cinco principales exportadores de armas, desde el final de la Guerra Fría».
Ante la pregunta de cómo se comparan las armas chinas con los sistemas más sofisticados utilizados por Occidente, Paul Holtom, director del Programa de Transferencias de Armas del Sipri, explica que «tal vez sea más pertinente preguntar cómo se comparan las armas chinas de exportación con las que ofrecen Rusia, Ucrania, etcétera, dado que es con estos proveedores que China tiene probabilidades de competir a corto y mediano plazo».
Holtom señala que el perfil de los receptores de armas chinas son predominantemente estados de bajos ingresos en Asia, África, Medio Oriente y América. El ascenso de China ha estado impulsado principalmente por las compras a gran escala de armas por parte de Pakistán, país que fue descrito por un delegado chino como «nuestro Israel».
Estados Unidos es actualmente el mayor proveedor de armas a Israel, su histórico aliado político y militar, que está fuertemente protegido contra toda forma de sanción en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Según el Sipri, los cinco mayores proveedores de armas convencionales entre 2008 y 2012 fueron Estados Unidos (30 por ciento de las exportaciones mundiales de armas), Rusia (26 por ciento), Alemania (siete por ciento), Francia (seis por ciento) y China (cinco por ciento). Es la primera vez que Gran Bretaña no figura entre los cinco primeros desde que en 1950 el Sipri comenzó su registro.
En general, el volumen de transferencias internacionales de las principales armas convencionales importantes aumentó un 17 por ciento tanto entre el periodo 2003-2007, una cifra similar a la de 2008-2012, según el estudio. Tradicionalmente, los principales exportadores mundiales de armas han sido los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia), único órgano de la ONU con poder para declarar la guerra y la paz. El grupo lo integra también Alemania, actualmente el tercer mayor proveedor de armas.
Además de ser exportadora, China también fue una importadora clave de armas durante el período 2008-2012. Asia y Oceanía representaron casi la mitad (47 por ciento) de las importaciones mundiales de las principales armas convencionales. Los cinco mayores importadores mundiales del arsenal mundial fueron India (12 por ciento), China (seis por ciento), Pakistán (cinco por ciento), Corea del Sur (cinco por ciento) y Singapur (cuatro por ciento), todos asiáticos.
Estas adquisiciones se producen en un momento de escalada de tensiones en torno a disputas territoriales en los mares de China del Este y del Sur. Holtom señala que es difícil dar una explicación definitiva sobre si la mayoría de los países en desarrollo se veían atraídos por las armas chinas debido a los precios más bajos, o a que Pekín no impone condiciones políticas, incluidos estándares de derechos humanos.
El coste y también los términos de los acuerdos –por ejemplo préstamos a largo plazo con intereses bajos, trueques, etcétera- obviamente son y serán un elemento importante en las consideraciones de compra, sostiene el director del Programa de Transferencias de Armas del Sipri.
La cuestión de la «seguridad del suministro» también sería un factor
Desde la perspectiva de algunos analistas en Moscú, por ejemplo, la decisión de Rusia de incluir sus sistemas S-300 dentro del embargo de armas a Irán perjudicó la reputación del país como «fuente segura de suministros de armas», y se teme que China termine beneficiándose de esto.
Holtom explica que Wikileaks, la organización con base en Internet que ha publicado documentos clasificados, señala que las empresas chinas también son sensibles a las preocupaciones sobre los derechos humanos y a la presión de Estados Unidos. «Pero es probable que todavía se los vea como una 'fuente segura de suministros de armas' comparada con algunos de los otros grandes proveedores que evalúan las exportaciones de armas contra una más amplia gama de criterios que China», plantea. «Por ejemplo, estados miembro de la Unión Europea aplican los ocho criterios de la Posición Común del bloque sobre serias violaciones a los derechos humanos y al derecho humanitario internacional, el impacto sobre los conflictos y la inestabilidad y los riesgos de desvío», explica.
Según el directivo del Sipri, los tres principios de la venta de armas de China son: contribución con la capacidad de autodefensa del estado receptor; no perjudicar la paz, seguridad y estabilidad de la región o del mundo; y no interferir en los asuntos internos del país receptor. Holtom también destaca que se han producido acontecimientos muy significativos en relación a la industria armamentista de China desde sus reformas de fines de los años 90.
Sin embargo, también enfatiza que algunos sectores chinos pueden ofrecer sistemas más avanzados que otros, y que también hay una diferencia entre los sistemas producidos por el Ejército de Liberación Popular y los que se fabrican para su exportación. Entre los ítems que el Sipri incluye en sus datos sobre entregas figuran el bajo coste y los sistemas anticuados, como los aviones de combate F-7.
Sin embargo, el JF-17/FC-1 que se ha desarrollado y vendido a Pakistán, constituye un factor importante para el ascenso de China en las estadísticas del Sipri. Y otros estados tienen interés en el mismo. Como el avión de combate J-10, estos elementos contienen componentes rusos que pueden ser determinantes en cuanto a las perspectivas de exportación y a sus posibilidades de competir en el mercado.
En relación a los tanques, vehículos blindados, artillería, fragatas, misiles antibuques y Sistemas Portables de Defensa Aérea, China se ha garantizado algunos clientes, tal vez atraídos por los costos más bajos de estos productos. También se señala que tanto los equipos como los términos de los acuerdos y el entrenamiento están mejorando.