El pabellón español, obra de la arquitecta Benedetta Tagliabue, ocupa un espacio de 7.500 metros cuadrados y tiene un esqueleto de 25.000 metros de tubo de acero que soportan las sinuosas formas que dibujan 8.500 paneles de mimbre. Un material muy mediterráneo, sostenible y fresco que se utiliza tanto en oriente como en occidente.
El pabellón tiene un título, De la ciudad de nuestros padres a la de nuestros hijos y es el bebé Miguelín(un nombre escogido al azar, pero que suena bien en chino, por Isabel Coixet que ha sido su creadora) quien muestra las propuestas españolas para mejorar las ciudades: reciclaje, energías limpias, valores como solidaridad, educación, arte...).
Para qué una Exposición Universal
- Participan más de 190 países
- Ocupa el doble de la superficie de Mónaco
- Se esperan 70 millones de visitantes, la mayoría chinos
- Habrá 20.000 espectáculos culturales
- Ha costado 4.200 millones de dólares
- Si se cuentan las infraestructuras que ha habido que hacer en la ciudad sube a unos 60.000 millones
- La entrada cuesta unos 20 euros
- Estará abierta durante 6 meses
La historia de las Exposiciones Universales, comienza en Londres en 1851, era la primera potencia mundial y quería mostrar al mundo su poderío industrial, militar y económico. Es lo que ha querido hacer en este momento China. Lleva ocho años preparando el acontecimiento y, en medio, las finanzas mundiales se han visto azotadas por una crisis, pero nadie ni siquiera Grecia (que ha rebajado el presupuesto en un 40%) se ha echado atrás.
Shanghái, la capital financiera china, ha querido aprovechar la oportunidad de enseñar al mundo que la crisis no le ha hecho mella y que su país se ha convertido este mes en la segunda potencia económica mundial, por delante de Japón y detrás de Estados Unidos.
Y crecer, crecer, crecer...
El Producto Interior Bruto (PIB) de China ha aumentado el 11,9% en el primer trimestre de 2010. La crisis económica le golpeó pero el impacto no fue tan fuerte como en otras regiones. Para salir, el Gobierno puso en marcha un enorme paquete de medidas de estímulo, 586.000 millones de dólares que minimizaron el bache.
Pero ser la segunda potencia económica mundial no le ha salido gratis ni a China ni al resto del mundo. En las dos últimas décadas la demanda de energía ha aumentado en un 260%. Eso quiere decir que también se ha convertido en el segundo emisor de dióxido de carbono del mundo, según el banco Mundial 16 de las 20 ciudades más contaminantes están allí, una de ellas Shanghái. Se dice que pasar un día en esa ciudad equivale a fumarse un paquete de cigarrillos, claro que no en el recinto de la Expo.
En algunas ciudades chinas el sol se oculta bajo una masa gris de contaminación y respirar se hace difícil.
Según los expertos, el exceso de represas para canalizar las reservas hídricas, ha sido el causante de la desaparición de algunos ríos en el norte del país y de graves inundaciones en otros lugares.
En esas ciudades que la exposición reivindica y cuida viven en estos momentos, 560 millones de personas entre obras, fábricas, coches... y no sólo lanzan a la atmósfera dióxido de carbono, también 25,49 millones de toneladas de dióxido de azufre causante de la lluvia ácida.
Otra cuestión que pende sobre la Expo es la de los derechos humanos. Residentes han sido expulsados, sin recibir compensación, del lugar que debía ocupar la Expo. Disidentes al régimen han sido callados a la fuerza y a pesar de la cercanía de la fecha de la inauguración tres personas han sido ejecutadas a primeros de abril.
El lema: Mejor ciudad, mejor vida
En estos momentos el 55% de la población mundial vive en ciudades, para 2050 se calcula que sea el 70%, de los 9.000 millones de personas que habitarán el planeta Tierra. O se comienza a planificar de una manera seria, constructiva y solidaria como serán las ciudades del futuro o va a ser un infierno.
Cuando cada vez hay menos que repartir entre más, las ciudades son una solución. Facilitan el acceso al sistema sanitario, educativo, a la cultura...
China sabe mucho de eso sus ciudades han crecido mucho y muy rápidamente.
Todos los países han llevado a la Expo sus mejores y más nuevas tecnologías. Japón expone sistemas para la captura de carbono, aprovechamiento de aguas residuales o ventanas generadoras de electricidad. Rusia,mostrará sus avances en energía mareomotriz, Alemania su experiencia en aprovechamiento de la energía solar, México la forma de convivir con el patrimonio cultural.
Bajo los pies de los visitantes a la Exposición por debajo de la tierra, un sistema de turbinas y tubos aspiradores llevan, a una velocidad de 20 metros por segundo, los desperdicios que generan los visitantes hasta una estación de desechos donde son separados, filtrados, purificados, desodorizados y comprimidos para ser expulsados al lugar en el que se terminarán de procesar para hacerlos desaparecer.
La Unión Europea
Nadie quiere desaprovechar la oportunidad de estrechar lazos con la estrella de la economía, la UE menos que nadie. Tres días antes de la inauguración de la Expo, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, al frente de una delegación de alto nivel en la que figuraba la Alta Representante, Catherine Ashton y otros cinco comisarios, se ha entrevistado con el Primer Ministro Wen Jiabao y otras personalidades con quienes han tratado de las relaciones UE-China en los próximos 5 años. Otros temas han sido la crisis económica, el cambio climático y las cuestiones internacionales de seguridad. También han inaugurado en Pekín, el Centro de energías limpias Europa-China.
Es la primera vez que se hace una Exposición Universal en un país de los llamados en desarrollo. Si estos avances pudieran llegar a alguna de esas ciudades de países, en el corazón de África, a los que apenas si ha llegado el desarrollo, las Exposiciones Universales serían una bendición.