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La Unión Europea apostó hace casi una década por crear una red de transporte transeuropea que diera cohesión territorial a los 27 y mejorara la libre circulación de personas y mercancías. Proyectos multimillonarios que, en su mayoría, la crisis económica aparcó hasta que llegaran mejores tiempos.

Sin embargo, ni la Comisión ni los ministros de Transportes quieren que esas redes queden en el olvido y estos días en Zaragoza intentan revitalizarlos, al redefinir el mapa de los transportes europeos. Nadie dice de dónde saldrá el dinero pero se ha acordado la realización de tres ejes ferroviarios de Portugal a Francia, de Lyon a Budapest y entre los países bálticos y el centro de Europa.

La UE trata de reducir el caos que la nube de cenizas del volcán islandés sigue provocando en los aeropuertos europeos. La Comisión ha establecido nuevas directrices para que los Estados permitan o no los vuelos en su espacio aéreo. La rigidez de los primeros días se flexibiliza, pero desde Bruselas aseguran que siempre se garantizará la seguridad.

La crisis de la nube de cenizas demostró la necesidad de coordinar acciones también en el cielo europeo y éste es un primer paso, asegura el comisario de Transportes, Siim Kallas.

El Parlamento europeo quiere armonizar las multas en el transporte por carretera

Cuando un camionero sobrepasa el límite de conducir más de dos horas, en Grecia se le multa con 400 euros, en España, con 4.600 euros. Los conceptos sobre seguridad vial, sobre la gravedad de las infracciones de tráfico y sobre la cuantía de las sanciones son completamente distintos en los 27 Estados de la UE.

La Eurocámara votará el día 18 de mayo una propuesta para homologar estos conceptos que, según la eurodiputada Hella Ranner, autora del informe, está provocando importantes problemas transfronterizos.

José Blanco en rueda de prensa

Los ministros de Transporte de la UE han acordado la creación inmediata de una célula de crisis que

permita coordinar las actuaciones de los Estados miembros y los diferentes organismos implicados con la navegación aérea, tales como Eurocontrol o la Agencia Europea para la Seguridad Aérea.

También han pedido a la Comisión europea que aclare los requisitos necesarios para poder conceder ayudas públicas a las aerolíneas que han resultado afectadas por el caos aéreo que provocó la primera nube de cenizas. Una segunda nube ha cerrado este martes de forma temporal el espacio aéreo de Irlanda y una parte de Reino Unido, ha afectado a unos 150 vuelos.

El comisario, en la pantalla, a su espalda, un coche y dos molinos eólicos

Los vehículos eléctricos, incluidos los híbridos, están listos para que se comercialicen a gran escala en varios Estados de la Unión Europea, aunque todavía no hay un marco legal establecido. En particular Dinamarca, Alemania, España, Francia y Portugal promueven el uso de estos coches.

La Comisión europea ha presentado una estrategia para fomentar el desarrollo y uso a gran escala de vehículos limpios y eficientes desde el punto de vista energético que estimule a la industria automovilística europea y no se deje ganar terreno en este sentido por la industria japonesa, china, coreana e incluso por la india.

Un avión volando

El caos en el tráfico aéreo tras la erupción del volcán Eyjafjalla en Islandia ha puesto sobre la mesa la necesidad de acelerar la implantación del cielo único europeo. No se trata de una iniciativa nueva. La primera vez que se habló de ello en Bruselas fue en 1999.

Hace dos años, la propuesta se reformuló y ahora los ministros europeos pretenden que sea una realidad antes de 2012. Se trata de avanzar hacia una mejor gestión del tráfico aéreo, pero su éxito dependerá del grado de cesión de competencias. A finales de esta década las cifras de tráfico aéreo se habrán duplicado. El cielo único permitirá descongestionar ese tráfico, con la promesa de vuelos más seguros y más baratos. También fomentará la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, y mejorará la coordinación entre los bloques en los que ya se encuentra dividido el cielo en Europa.

Las compañías aéreas españolas no gustan a los europeos. Una encuesta realizada por organizaciones de consumidores de varios países de la UE revela que los retrasos, las pérdidas de equipajes o el overbooking son moneda corriente y que el precio inicial anunciado de los billetes nada tiene que ver con lo que se paga al final. El resto de las compañías europeas tampoco sale bien parado.

Si hablamos de aeropuertos hay que irse hasta Kuala Lumpur, en Malasia, para encontrar uno con buenas condiciones, según los encuestados. Madrid-Barajas ocupa el puesto 102. La encuesta se realizó antes del caos provocado por la nube de cenizas.