Todas las ciudades del mundo aspiran a organizar unos Juegos Olímpicos y conseguir una proyección y un prestigio internacional. Las Olimpiadas son un escaparate para los organizadores pero hay muchas dudas sobre su eficacia económica por el alto coste que comportan. Un ejemplo de esa dualidad es Pekín 2008, que transformó a una ciudad y a un país. No hay duda de que siempre hay un antes y un después de una cita olímpica. Londres 2012 tampoco será una excepción.
La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres ha sido espectacular, divertida, pop y muy «british». Londres se ha expuesto ante el mundo con todos los tópicos británicos, desde Mr. Bean a James Bond y a la propia reina de Inglaterra, con el mejor humor y la mejor demostración de que los Juegos se celebran en un país que valora y ama el deporte.
Londres, se convierte hoy en la primera ciudad que organiza 3 veces unos Juegos Olímpicos. Con las Olimpiadas de 2012, Europa ha acogido este acontecimiento deportivo en 15 ocasiones, la primera hace 116 años, en Atenas. En aquella ocasión la organización se gastó 3.500 dólares, el presupuesto de la capital británica es de 14.500 millones. De los 311 atletas que participaron en 1896, se ha pasado a los 10.000 deportistas de Londres.
Cuando la llama llegue al estadio olímpico esta tarde, llevará consigo un legado de historia y cultura que ha ido recogiendo por los miles de pueblos que ha pasado. Para Ulises llegar a Ítaca no era sólo alcanzar el objetivo, era haber vivido un camino que lo hizo más sabio. La llama llega al parque olímpico después de atravesar un país con una destacada historia cultural. «Mens sana in corpore sano» decían los romanos.
Cuando faltan pocos días para el inicio de los Juegos Olímpicos de Londres, este viernes 27, las críticas a la ya tradicional asociación de los organizadores con el patrocinador McDonald's se han colado entre los titulares.
La celebración de las Olimpiadas puede ser una buena excusa para viajar a Londres. Tanto si se va a acudir a un acontecimiento deportivo concreto, como si sólo se quiere vivir el ámbiente de una ciudad en plenas olimpiadas. Hay que ir al tanto y tener en cuenta varios consejos, como la reventa de entradas ilegales, los riesgos de amenaza terrorista y las dificultades que pueden darse para moverse por la ciudad ante la presencia de centenares de mandatarios del mundo.
La torre de Londres se ha convertido en una auténtica caja de seguridad. Residencia real, fortaleza, arsenal y lugar infame de ejecución, durante toda la noche ha guardado la llama olímpica antes de salir a las calles de Londres para realizar los últimos kilómetros y entrar en el estadio olímpico el 27 de julio.