Madrid, Paris, Londres, Berlín... Cada año miles de estudiantes se marchan de su país de origen para estudiar en una universidad europea durante algunos meses, la mayoría de las veces gracias al programa Erasmus de la Unión Europea. Una oportunidad para todos de recibir conocimientos de calidad. Pero puede que se engañen y que la excelencia se encuentre en otro sitio, fuera de Europa.
El 76 por ciento de los estudiantes españoles de 4º de secundaria no llega al mínimo para desenvolverse con una cierta independencia en un idioma extranjero. Lo dice el estudio Europeo de Competencia Lingüística (EECL), que ha realizado un estudio entre 53.000 alumnos de 14 países.
Uno de cada cuatro jóvenes españoles entre 18 y 24 años deja sus estudios tras haber cursado la secundaria. España es el tercer país, por la cola de la Unión Europea, en abandono escolar, solo superada por Malta y Portugal y duplica la media europea, que está en el 14%. En general, los hombres dejan de estudiar antes que las mujeres.
España es el país que más becados Erasmus envía y recibe, pero los estudiantes españoles son los que reciben la beca más baja de todos los que participan en el programa, 133 euros al mes, cuando la media en Europa es de 250 euros. El ministro español de Educación pide en el Consejo que se equiparen las dotaciones y la Comisión Europea celebra que, cada año, aumenta el número de Erasmus, aunque con menos dinero.
El Parlamento Europeo ha aprobado una declaración de apoyo a la introducción del ajedrez como asignatura en los colegios de la UE. Los eurodiputados ven claras ventajas del aprendizaje del ajedrez en la formación de los menores y además creen que mejora la cohesión social e, incluso, que sirve para reducir tasas de delincuencia.
Aprender idiomas es uno de los grandes quebraderos de cabeza para una gran mayoría de españoles, pero es también uno de los grandes objetivos que se propone la UE desde hace una década: que cada ciudadano europeo conozca, al menos, dos idiomas además de su lengua materna. Lo que hasta hace poco era solo una oportunidad para el turismo o las relaciones personales, es hoy una exigencia para hacer negocios o conseguir un empleo.
Seis Estados miembros, entre ellos España, redujeron el presupuesto destinado a educación superior el pasado curso académico, según un informe de la UE en el que se incide en la importancia de aumentar el número de titulados superiores y de mejorar la calidad de la enseñanza si se quiere que la economía europea salga de la crisis y sea competitiva.