Ahmed Ettanji busca una vivienda para alquilar en algún edificio en el centro de El Aaiún, a 1.100 kilómetros al sur de Rabat. Se conforma con que tenga una azotea con vistas a la plaza que acogerá la próxima manifestación prosaharaui.
Mientras el periodista iraní-estadounidense Jason Rezaian aguarda sentencia en Teherán, defensores de derechos humanos y de la libertad de expresión cuestionan a nivel internacional el proceso judicial y reclaman su inmediata liberación.
Eran las dos de la madrugada, cuando el 2 de este mes las fuerzas de paz de la Misión de Estabilización Multidimensional Integrada de las Naciones Unidas en la República Centroafricana (Minusca) buscaban a un sospechoso en el enclave musulmán de PK5 en la capital, Bangui.
Setenta años después de los bombardeos atómicos sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, un mundo libre de armas nucleares parece muy lejano. En la conmemoración de los acontecimientos, los alcaldes de ambas ciudades hicieron un llamamiento sobre la urgente necesidad de abolir por completo las armas atómicas.
Ante un nuevo Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se celebra este domingo 9, aumentan las preocupaciones de que estos no se beneficien plenamente de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que los gobernantes de todo el mundo aprobarán en una cumbre mundial en septiembre.
Al cumplirse 70 años de los bombardeos atómicos sobre Japón, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se hizo eco de la reclamación de los activistas antinucleares del mundo: «No más Hiroshimas, no más Nagasakis».
La Embajada de Japón en España invita a realizar una grulla de papel, fotografiarla y publicar la foto en redes sociales con un mensaje de paz y el hashtag #milgrullasporlapaz. Esta iniciativa surge con motivo del 70º aniversario del final de la II Guerra Mundial, tras los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, y los 70 años de contribución de Japón a la paz mundial.