Microsoft no ha respetado su compromiso de ofrecer a los usuarios la posibilidad de elegir con facilidad el navegador que prefieran y la Comisión Europea le ha impuesto una multa de 561 millones de euros. En 2009 Bruselas llegó a un acuerdo con la empresa estadounidense para que ofreciera en su sistema operativo una pantalla con la posibilidad de elegir un navegador diferente de su Explorer, no cumplió y ahora le llega la multa, una más.
El presidente francés, François Hollande, ha calificado de «acontecimiento mundial», el acuerdo que su país ha alcanzado con Google para que reparta parte del pastel publicitario que aglutina el motor de búsqueda más utilizado en internet. Se pone así final a una lucha que mantenían desde hace tiempo los diarios franceses con el buscador estadounidense.
La Comisión Europea ha impuesto multas de casi 70 millones de euros a Telefónica y de 12 millones de euros a Portugal Telecom por llegar al acuerdo de no competir entre ellos en los mercados ibéricos de telecomunicaciones. Infringieron el artículo 101 de la UE que prohíbe que se hagan acuerdos contrarios a la competencia.
Microsoft ha incumplido el compromiso de ofrecer a sus usuarios una pantalla de elección de navegador y ha seguido ofreciendo por defecto el suyo, Internet Explorer, en su sistema operativo Windows. Se ha incumplido así el acuerdo entre el gigante informático y la Comisión Europea para resolver los conflictos de competencia y Bruselas ha abierto un proceso que podría acabar en otra sanción multimillonaria.
La primera investigación por incumplimiento de compromisos de una empresa hacia la Comisión Europea se ha abierto contra Microsoft. Se trata de la obligación que tenía la multinaional de instalar una ventana multiopción para los usuarios europeos de Windows que les permitía elegir entre varios navegadores de Internet.
Bruselas cree que algunas prácticas de Google suponen un abuso de posición dominante y ha pedido a la compañía que las solucione en unas semanas si quiere evitar la multa correspondiente, que sería multimillonaria. La Comisión Europea estima que Google se aprovecha del contenido de sus competidores y da prioridad a sus anuncios.
La CE ha abierto una investigación para averiguar si varias editoriales internacionales se pusieron de acuerdo para subir el precio de los libros digitales, con la ayuda de Apple. Estas prácticas de monopolio sucedieron cuando Appel lanzó en 2010 su tableta iPad y su librería virtual iBookstore.
Si la UE verifica que sus sospechas son una realidad podría poner fuertes multas a las empresas implicadas.