El informe lo ha elaborado el Instituto para el Trabajo y Capacitación de la Universidad de Duisburg-Essen y viene a cuestionar las magníficas cifras de empleo que exhibe Alemania, con un paro en febrero de 3,11 millones de personas, el más bajo en 21 años y en plena crisis económica y financiera.
Según ese análisis, sin embargo, el milagro laboral alemán esconde unos salarios bajos en un amplio sector de la población, que aumentó entre 1995 y 2010 en más de 2,3 millones de personas.
Al no existir un salario mínimo oficial, se ha calculado un salario de bajos ingresos aquel que supone menos de dos tercios del salario medio y 9,15 euros es el límite y uno de cada cuatro trabajadores cobra menos de esa cantidad. De hecho, la media es de 6,68 euros en el oeste de Alemania y 6,52 euros en el este, según datos de 2010. Según los cálculos realizados, casi 800.000 trabajadores a tiempo completo reciben menos de seis euros.
Además de los empleados con minijobs, el estudio del Instituto destaca que los trabajadores peor pagados son personas con menos de 25 años, contratados temporales, personas sin formación profesional y extranjeros. El informe se ha elaborado a partir de una encuesta realizada en más de 12.000 hogares.
La conclusión es que uno de cada cinco trabajadores alemanes ganaría más dinero si hubiera un salario mínimo de 8,50 euros. Más de la cuarta parte de las mujeres y casi el 15 por ciento de los hombres se beneficiarían de un tope salarial.